El comienzo del 2025 ha traído una enorme alegría a Sara Ruiz y Chema del Prado, quienes dieron la bienvenida a su primera hija, Roma, el 1 de enero a la 1:00 de la mañana en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Con un peso de 2,835 kilos y una altura de 49,5 centímetros, Roma llegó cuatro días antes de lo previsto, sorprendiendo a sus emocionados padres. "Es una pasada, la verdad, no teníamos idea de cómo iba a ser y desde el primer momento ha sido muy emocionante", compartieron con una sonrisa que reflejaba su felicidad.

La pareja, originaria de Madrid pero residente en Zaragoza por motivos laborales y familiares, vio cómo sus planes de celebración de Año Nuevo cambiaban cuando a las 20:00 de la tarde de Nochevieja comenzaron las contracciones. "Cuando nos dimos cuenta, ya sabíamos que la cena de Nochevieja no iba a ser en casa, sino en el hospital", explicó Chema, quien no podía ocultar su orgullo y emoción.

La madre, Sara, destacó el apoyo vital que recibió del equipo médico, especialmente de la matrona Laura, quien fue descrita por ella como "muy empática" y fundamental para el proceso. "Todo ha ido muy bien y estamos encantados", añadió.

Mientras Roma dormía plácidamente en los brazos de su padre, él relató emocionado cómo fue conocer a su hija en el paritorio. "Fue un momento increíble cuando salió y tuvo el primer contacto piel con piel con Sara. Se me puso la carne de gallina. Tenerla aquí es maravilloso", comentó.

El nombre de Roma no es solo especial para los padres; tiene un significado profundo, ya que la capital de Italia les evoca valiosas connotaciones personales. Curiosamente, Roma es un nombre poco frecuente en Aragón, y en toda España, hay solo 670 niñas que lo llevan, con una media de edad de 6,4 años. Esto convierte a la pequeña en una verdadera rareza.

Inesperadamente, Sara incluso insinuó la posibilidad de tener otro hijo. "Si me prometen que el parto va a ser igual de fácil y rápido, ¡me animaría!" expresó entre risas.

La llegada de Roma no solo marca el inicio de una nueva vida para sus padres, sino que también refleja la esperanza y emoción que un nuevo año puede traer consigo. ¡Bienvenida, Roma, a este mundo lleno de sorpresas!