Finanzas

BBVA está decidido: la batalla por la fusión con Sabadell apenas comienza

2024-09-22

El presidente de BBVA, Carlos Torres, tiene la firme intención de convencer al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, para que apruebe la fusión con Banco Sabadell tras el éxito de la oferta pública de adquisición (OPA). En una versión reciente del folleto registrado ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC), se reconoce que Cuerpo ha expresado su oposición a la operación, pero el banco considera que esta postura es solo un primer paso y asegura que el riesgo de un rechazo definitivo es 'muy remoto', aunque advierte sobre posibles complicaciones.

Cuerpo tiene la capacidad de intervenir en dos etapas clave. La primera es tras el pronunciamiento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), donde podría llevar el asunto al Consejo de Ministros si lo considera relevante para el interés general. En caso de que la CNMC autorice la operación con condiciones, el Gobierno podría imponer requisitos que dificulten el proceso.

El segundo momento crítico llegará si la OPA tiene éxito. Torres busca la autorización del ministro para proceder con la fusión, un aspecto que fue dejado de lado en la primera versión del folleto, pero que ahora se detalla exhaustivamente. En el documento revisado, BBVA reconoce abiertamente que Cuerpo se opuso públicamente desde el 10 de mayo de 2024, día siguiente a la oferta.

El banco subraya que las declaraciones del ministro en contra de la fusión se realizaron antes de que se presentaran las solicitudes formales de approval de la fusión, y con anterioridad a que el BCE, la CNMV y otros organismos emitieran sus informes al respecto. BBVA confía en que estos organismos no presenten objeciones a la fusión. Además, el banco recalca que no hay precedentes en operaciones similares en las que un ministro haya rechazado una fusión tras la adquisición del control de una entidad de crédito.

Para formalizar la solicitud de autorización, BBVA planea enviar un escrito a la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional. Se solicita al equipo técnico del Ministerio de Economía que realice un análisis objetivo de la fusión y aclare que la decisión final debe estar basada en dichos estudios técnicos, con el objetivo de eludir conflictos de intereses o presiones políticas.

El Gobierno ha manifestado argumentos de peso contra la fusión, citando preocupaciones sobre la exclusión financiera, el cierre de sucursales y la potencial pérdida de empleos. BBVA ha respondido a estas críticas afirmando que solo planea clausurar unas 300 oficinas de las 870 que se duplican en su red, lo que refleja su intención de mitigar el impacto social de la fusión.

No obstante, el folleto actualizado incluye advertencias sobre los riesgos de la operación. Aunque BBVA considera 'muy remoto' el escenario de un fracaso en la fusión, destaca que no está obligado a llevarla a cabo si los resultados no son favorables.

En cuanto a la integración tecnológica, el banco planea centralizar ciertos procesos de Banco Sabadell en su infraestructura para operar ambos bancos desde una plataforma común, lo que podría mejorar la eficiencia operativa, incluso si la fusión no se concreta.

A nivel de autorizaciones, BBVA ha señalado que ya ha obtenido el visto bueno de la mayoría de las autoridades de competencia de diversos países, incluyendo Estados Unidos y el Reino Unido, pero sigue a la espera de México y España, que son claves para el desarrollo de la operación. Se destaca que la finalización de la OPA no dependerá exclusivamente de la autorización de la autoridad antimonopolio mexicana, lo que ofrece un margen de maniobra al banco.

Sin embargo, el proceso en España avanza lentamente y dependerá de la CNMV para autorizar la OPA. Si esta se concreta, BBVA podría proceder, aunque aún no haya decisión de la CNMC. Las decisiones que tomen las autoridades españolas en las próximas semanas serán determinantes para el futuro de esta ambiciosa fusión.

La historia de la OPA sobre Banco Sabadell está llena de giros, desde conversaciones previas sin acuerdo hasta la reactivación de las negociaciones en 2024, lo que demuestra el interés continuo de BBVA por consolidar su posición en el sector financiero español. La presión está sobre la mesa y los próximos pasos marcarán el camino de uno de los eventos más relevantes en la banca española de los últimos años.