Ciencia

¡Barcelona se convierte en el arca de Noé de las especies amenazadas!

2024-09-20

En un innovador laboratorio del Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona (PRBB), se están conservando células de 170 especies animales a temperaturas extremas de 196 grados bajo cero, utilizando tanques de nitrógeno líquido. Este esfuerzo pionero forma parte de la iniciativa CryoZoo, coordinada por el Zoo de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra (UPF), cuya misión es preservar el material biológico de especies en peligro de extinción.

El CryoZoo no solo aspira a ser un banco de líneas celulares, sino que se proyecta como el más importante de Europa. Este emocionante proyecto se integra dentro del ambicioso proyecto Ciutadella del Coneixement, que tiene como objetivo transformar el área alrededor del parque de la Ciutadella en un centro de educación superior, ciencia e innovación. Se espera que en el futuro el CryoZoo se ubique en el nuevo complejo del Mercat del Peix, actualmente en construcción y programado para inaugurarse a finales de 2026.

El director del Zoo de Barcelona, Sito Alarcon, enfatiza que los modernos zoológicos deben satisfacer un compromiso con la conservación de la biodiversidad. "Un zoo moderno tiene que hacer ciencia", asegura Alarcon, quien también destaca que son "guardianes de bancos genómicos de especies amenazadas".

Desde 2003, el zoo ya cuenta con un biobanco en la Facultad de Veterinaria de la Universitat Autònoma, con 11.000 muestras de 284 especies. Sin embargo, el CryoZoo se especializa en la recolección de muestras celulares que permitirán investigaciones avanzadas en genómica y biología computacional, esencial para entender mejor la biología de estos animales.

Una de las características más sobresalientes del CryoZoo es su capacidad para obtener información compleja sobre las especies conservadas. De cada muestra se generan datos sobre el cariotipo, el genoma completo y el transcriptoma, además de células madre iPS que permiten generar tejidos y organoides en laboratorio. Hasta la fecha, se han creado células iPS de especies como el chimpancé, el gorila y el orangután. Aunque estas células no se utilizarán para la reproducción asistida, sí se dedicarán a profundizar en la biología de estas especies.

El proyecto, coordinado por Tomàs Marquès-Bonet, del Institut de Biologia Evolutiva, se inspira en la experiencia del Zoo de San Diego, que fue el primero en implementar un criózoos en el mundo. Además, el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) se ha sumado a esta noble causa, destacando la importancia de los biobancos para la conservación de ecosistemas y especies.

El Museu de Ciències Naturals de Barcelona también se une a la iniciativa, aportando muestras de especies autóctonas de Cataluña y del Mediterráneo. Esta colaboración subraya el propósito de trabajar por la preservación de las especies locales. Por ejemplo, se ha logrado la reintroducción de la nutria en ríos locales y se trabaja en la recuperación del ferreret, que se encontraba al borde de la extinción.

Los cambios en la filosofía de los zoológicos hacia la conservación y la investigación implicarán una reducción en el número de especies exhibidas, priorizando a aquellas en riesgo. Alarcon señala que es crucial que la experiencia de visita al zoo evolucione para las nuevas generaciones, ocupándose más de las especies que necesitan ayuda.

Con el CryoZoo, Barcelona da un paso audaz y significativo hacia la salvaguarda del futuro de nuestra biodiversidad, convirtiéndose así en un verdadero santuario para las especies más amenazadas del planeta.