(HealthDay News) - La tos ferina, conocida como tos convulsa, está en aumento desmesurado en Estados Unidos, generando una gran preocupación entre los expertos en salud. Este trastorno respiratorio altamente contagioso afecta tanto a adultos como a niños y su tasa de incidencia está alarmantemente en ascenso, según la Dra. Tina Tan, presidenta de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA).

"Los adolescentes y adultos son una fuente significativa de propagación de la enfermedad en la comunidad. Desafortunadamente, muchos médicos creen erróneamente que la tos ferina es solo una preocupación pediátrica", advirtió Tan, quien también es profesora de enfermedades infecciosas pediátricas en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago.

Es un mito común que si una persona ha tenido la enfermedad en su infancia o ha recibido las vacunas correspondientes, estará protegida de por vida. Esta creencia ha llevado a una falta de diagnóstico y tratamiento adecuado, lo que exacerba el problema. "Es crucial diagnosticar a las personas afectadas para poder tratarlas con antibióticos y proteger a sus contactos cercanos", añadió Tan.

Recientes estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revelan que los casos de tos ferina han aumentado a un ritmo nunca antes visto, con un incremento de más de cinco veces en comparación con el año pasado. Hasta el 19 de octubre de este año, se han reportado 19,662 casos, en comparación con los 4,358 casos reportados en el mismo periodo del año anterior.

Estados como Pensilvania, Nueva York, Illinois, Wisconsin y Ohio están liderando en cantidad de casos, lo que plantea un gran reto para las autoridades de salud pública. La Dra. Tan explicó que, aunque la tos ferina se puede manifestar de diferentes maneras, el síntoma más común entre adolescentes y adultos es una tos intensa y prolongada, que puede ser muy debilitante.

Los brotes de tos ferina tienden a ocurrir cada tres a cinco años; sin embargo, este patrón se interrumpió durante la pandemia de COVID-19, cuando las medidas de aislamiento y el uso de mascarillas ayudaron a contener la propagación de diversas enfermedades infecciosas. Pero ahora, con la eliminación de esas medidas, se plantea la posibilidad de que este aumento sea parte de un ciclo natural de la enfermedad.

Se teme que la baja en las tasas de vacunación rutinaria durante la pandemia haya creado una mayor susceptibilidad a la infección, lo que puede llevar a una propagación aún más amplia del virus. La Dra. Tan subrayó que es vital para la comunidad permanecer alerta y promover la vacunación, especialmente entre los grupos más vulnerables como los bebés menores de 6 meses y los ancianos, quienes corren el mayor riesgo de complicaciones graves.

*Para más detalles sobre la tos ferina y cómo protegerse, los CDC ofrecen información extensa que puede salvar vidas. No ignore los síntomas; la salud de todos está en juego!*