La demencia está emergiendo como una de las mayores crisis de salud pública en todo el mundo, particularmente en un contexto global donde la población envejece a pasos agigantados. Aunque actualmente no existen tratamientos que la curen, descubrir señales de advertencia tempranas es vital para retrasar su progresión y mejorar la calidad de vida de aquellos en riesgo.

Recientes investigaciones han revelado dos síntomas comunes que pueden ser señales de alarma para la demencia, proporcionándonos una oportunidad para actuar antes de que sea demasiado tarde. Este avance en la comprensión de la enfermedad es esencial no solo para pacientes, sino también para sus familias.

Síntomas que pueden anticipar la demencia

Un estudio destacado en la revista Neurology revela que ciertos problemas relacionados con el sueño pueden ser precursores de un síndrome conocido como riesgo cognitivo motor, que eleva las probabilidades de desarrollar demencia. Según los investigadores, dos indicadores principales son la somnolencia diurna excesiva y la apatía en actividades diarias. Estas señales podrían ser la clave para reconocer problemas cognitivos antes de que se conviertan en algo más serio.

Este síndrome, que combina lentitud en la marcha y pequeños olvidos, no llega a causar discapacidad severa, pero es una señal significativa de advertencia. A través de un estudio que incluyó a 445 adultos mayores con una media de 76 años, se encontró que el 35.5% de aquellos que experimentaron somnolencia y apatía terminaron desarrollando el síndrome, en contraste con solo el 6.7% de quienes no tenían estos síntomas.

El impacto del sueño en nuestra salud cognitiva

Los cuestionarios utilizados en el estudio exploraron una variedad de problemas de sueño, preguntando sobre la dificultad para dormir, interrupciones nocturnas, y otros hábitos relacionados con el sueño. Además, se investigó la falta de entusiasmo en actividades cotidianas, lo que llevó a concluir un desinterés que podría ser dañino para la salud mental.

Los hallazgos sugieren que no solo hay una correlación, sino que aquellos con dichos problemas son más de tres veces más propensos a desarrollar el síndrome en comparación con aquellos sin problemas de sueño.

La Dra. Victoire Leroy, una de las investigadoras del estudio, subraya la urgencia de realizar más investigaciones para entender mejor la relación entre las alteraciones del sueño y el deterioro cognitivo, así como el impacto del riesgo cognitivo motor. Esto podría abrir la puerta a intervenciones más eficaces para combatir la demencia en etapas tempranas.

Conclusión

¡No ignores estos signos! Si tú o un ser querido experimentáis somnolencia excesiva y falta de interés en las actividades cotidianas, es crucial consultar con un profesional de la salud. La detección y el tratamiento precoz pueden ser clave para mejorar la calidad de vida y gestionar el riesgo de demencia. Recuerda que el conocimiento es poder, y estar informado puede marcar la diferencia en la lucha contra esta devastadora enfermedad.