Barcelona ha experimentado un drástico cambio climático en la segunda quincena de enero. Tras un intenso frío polar, que ha hecho que las temperaturas bajen incluso por debajo de los 5 grados, las lluvias ya han hecho su aparición en la ciudad.

En la noche del jueves y las primeras horas del viernes, Barcelona fue sorprendida por un fuerte chaparrón, como lo habían predicho los meteorólogos. Las nubes se acumulaban en el cielo antes de descargar, dejando las calles encharcadas. Aunque este fin de semana se espera una estabilización del tiempo, los pronósticos no son halagüeños a largo plazo.

Este sábado 18 de enero, el clima promete ser más estable, con predominancia del sol durante casi todo el día y temperaturas que no caerán por debajo de los 12 grados. El domingo, aunque las temperaturas se mantendrán similares, se prevé que las nubes tomen protagonismo en el cielo barcelonés.

Sin embargo, la tranquilidad meteorológica será efímera. El lunes 20 de enero se anticipa un descenso considerable de las temperaturas, que podrían caer hasta los 8 grados, y las máximas no superarán los 15. Pero esto no es todo: ¡el martes es el día marcado en rojo por Meteocat para el retorno de las lluvias! Según las previsiones, la probabilidad de precipitación es alta, así que es recomendable llevar paraguas a mano.

Además, no es solo el mal tiempo lo que preocupa a los barceloneses, ya que el cambio climático está causando alteraciones en las estaciones, lo que puede resultar en fenómenos climáticos más intensos en el futuro. Así que, preparémonos, porque las lluvias no solo traerán agua, sino también una reflexión sobre el cuidado del medio ambiente en nuestra hermosa ciudad.