Las miradas de toda la nación están puestas en Arizona, un Estado vital en la recta final de las elecciones estadounidenses. Este jueves, ambos candidatos, Donald Trump y Kamala Harris, realizaron actos en el mismo lugar, subrayando la importancia de este territorio. Arizona se erige como un Estado bisagra donde el 30% de la población es latina y un 5% nativa americana, lo que lo convierte en un barómetro crucial para medir las tendencias electorales.

La controversia en torno a la frontera también ha dominado el debate en este ciclo electoral, especialmente debido a los comentarios xenófobos de Trump. Arizona comparte aproximadamente 600 kilómetros de frontera con México, un límite que es testigo de una crisis migratoria que afecta a muchas familias. Sue y Jim Chilton, rancheros de la zona, han estado en el centro de esta narrativa, asegurando que enfrentan tanto a migrantes que buscan asilo como a delincuentes que trafican drogas.

El muro construido durante la administración Trump, ahora parcialmente detenido por Biden, ha creado un embudo en el que los ciudadanos locales afirman ver un aumento en actividades ilegales, así como la pérdida de vidas. Los Chilton refuerzan su propiedad con cámaras infrarrojas y mantienen puntos de agua para ayudar a los migrantes, pero caras de preocupación se reflejan en ellos cuando recuerdan los peligros que observan a diario.

Un tema fundamental en las elecciones es el derecho al aborto, con Arizona organizando un referéndum sobre esta cuestión. Los votantes se encuentran divididos y conscientes de que su decisión en las urnas puede cambiar el curso de este asunto en la constitución estatal. Las encuestas sugieren una pequeña ventaja para Trump, captando el temor que tienen los ciudadanos sobre la creciente crisis migratoria.

El asalto a la frontera ha llevado a Biden a firmar una orden ejecutiva que endurece las reglas de asilo, lo que ha acentuado la polarización en el electorado. Mientras tanto, los demócratas enfrentan el reto de convencer a los votantes de que su enfoque es más efectivo que el de Trump, quien sigue usando la narrativa de la crisis migratoria para ganar puntos.

Sin embargo, la presencia de la comunidad latina y las reacciones ante los comentarios además de las posturas de los candidatos juegan un papel determinante. Harris, en un intento por atraer a votantes latinos, realizó un par de mítines donde se unió a figuras icónicas como Jennifer López y bandas destacadas que han resonado positivamente entre estos electores.

Las elecciones de este martes podrían no solo definir quién entrará a la Casa Blanca, sino que podrían ser el reflejo del actual tejido social norteamericano, donde las conversaciones sobre inmigración, derechos humanos y el futuro del país están entrelazadas. La narrativa no solo se define por candidatos, sino también por las historias de vidas como la de los Chilton y aquellos que cruzan la frontera, buscando un futuro mejor. Los resultados anticipados pueden producir sorpresas, entrelazando más que un simple conteo de votos; es la historia de un pueblo que busca ser escuchado.