El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha convocado a los voluntarios a reunirse mañana a las 7 de la mañana en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Su objetivo es colaborar con la Plataforma del Voluntariado para “organizar y canalizar de manera más efectiva la ayuda proveniente de la ciudadanía”, quien ha mostrado una notable solidaridad. Aunque inicialmente se había solicitado a la población que regresara a sus hogares para evitar el colapso en las vías de acceso, Mazón ahora agradece el esfuerzo y la generosidad de quienes desean ayudar.

Las intensas lluvias no solo han impactado a la Comunidad Valenciana; en Baleares, las tormentas han causado numerosos retrasos en el aeropuerto de Palma, donde se han recogido hasta 100 litros de agua por metro cuadrado en solo una hora, lo que ha llevado a cancelaciones y demoras en los vuelos previstos para este puente.

En Valencia, se logran avances significativos en la re apertura de las carreteras más afectadas. Las labores de limpieza han permitido despejar la V31 y la V30, facilitando así la comunicación del corredor Mediterráneo, una alternativa importante a la A-7, que sufre graves daños tras el colapso de un viaducto. Diariamente, esta autopista soporta el tránsito de 100,000 vehículos, representando una fuente vital de conexión en la región.

Las máquinas siguen trabajando incansablemente para eliminar el barro y restablecer rutas cruciales como la A-3, que conecta Valencia con Madrid. Además, a partir de mañana se comenzará la construcción de un nuevo puente en Utiel, que fue demolido por la crecida de aguas.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció una primera asignación urgente de 25 millones de euros para las primeras obras, y se espera que la línea de alta velocidad entre Madrid y Valencia se reactive en un plazo de dos semanas, tras verificar que el túnel de Torrent no ha sufrido daños significativos.

Entre las historias emotivas del desastre, William y Azul, una pareja de 27 años de Massanassa, describen cómo perdieron casi todas sus pertenencias tras la inundación, pero agradecen estar vivos. “Hemos perdido mucho, pero son cosas, no vidas”, asegura William, quien relata cómo fueron salvados por la rápido acción de sus vecinos al huir a un segundo piso justo a tiempo.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha expresado respecto a la actuación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), argumentando que se deberían haber desplegado más recursos a nivel nacional desde el principio. Un punto que ha generado controversia en el gobierno regional.

En el caso de los desaparecidos, Maribel, hermana de Eva Canut Montoro, desaparecida en Riba-roja, continúa esperando noticias, y ha denunciado la ineficiencia en la gestión de la búsqueda de su hermana.

En cuanto a las víctimas, el Centro de Coordinación Integrada ha elevado el número de fallecidos a 202 personas, y se están realizando labores de identificación por equipos forenses ante una situación crítica que también ha dejado tres víctimas fatales en otras comunidades.

La Generalitat ha abierto una cuenta solidaria para recaudar fondos destinados a ayudar a los afectados, y se estima que el Banco Sabadell duplicará las donaciones.

A medida que la situación se agrava, miles de voluntarios siguen llegando a las áreas más afectadas, intentando paliar el sufrimiento de quienes han perdido tanto. El esfuerzo colectivo es un rayo de esperanza ante esta devastadora tragedia y la comunidad se une en este momento crítico, demostrando que en la adversidad, la solidaridad brilla con fuerza.

Sin embargo, se prevén más lluvias en el Mediterráneo durante el fin de semana, lo que puede complicar aún más la situación. La Aemet advierte sobre posibles tormentas y mantiene las alertas activas en varias comunidades. La incertidumbre persiste, pero la determinación de la sociedad y las autoridades de superar esta catástrofe es palpable.