Celebración de Nochevieja en A Coruña

La celebración de la Nochevieja en A Coruña se vivió con gran entusiasmo, especialmente tras las campanadas que marcaron el inicio del nuevo año. Desde los primeros momentos, las calles se llenaron de jóvenes ataviados para disfrutar de las fiestas y los cotillones que se celebraban en toda la ciudad. Según las autoridades, la noche fue “muy, muy tranquila”, con escasas incidencias que, afortunadamente, no resultaron ser graves. Las quejas más comunes fueron por conflictos menores y desavenencias: “Es cierto que recibimos más llamadas de lo habitual, pero al llegar al lugar a menudo ya no hay nadie”, explicaron desde la Policía Local. Las incidencias más relevantes incluyeron dos accidentes sin heridos, múltiples quejas sobre el ruido de las fiestas y un contenedor que se incendiaba.

Incidentes reportados

Los bomberos de A Coruña recibieron un aviso a las 13:05 por el contenedor en llamas situado entre Linares Rivas y Sánchez Bregua. Durante la misma hora, tuvieron que rescatar a cuatro personas atrapadas en un ascensor en la avenida da Sardiñeira. Al amanecer, alrededor de las 06:30, se reportó un accidente en la calle Alcalde Pérez Ardá, y otro aviso poco después, a las 07:50, por una colisión en Feáns. En este último incidente, cuando los agentes llegaron al lugar, ya no había rastro del coche ni del conductor, que se había marchado.

Situación en el hospital

El hospital Chuac también se mantuvo relativamente tranquilo, con un bajo número de ingresos en Urgencias por intoxicaciones o contusiones derivadas de peleas nocturnas.

Compras de última hora

Los compradores aprovecharon el último día del año para realizar compras de última hora en las plazas de A Coruña, contribuyendo a un ambiente animado en la ciudad.

Colas para taxis

Lo más complicado de la Nochevieja fueron, sin duda, las interminables colas para tomar un taxi y regresar a casa. Durante la franja entre las 07:00 y las 09:00 horas, las filas en la parada del Obelisco parecieron no tener fin para muchos jóvenes. Santiago y su grupo de amigos decidieron no esperar más y emprendieron el camino a pie hacia la zona de Os Castros: “Si nos quedamos aquí, nos congelamos. Lo mejor es volver caminando y de paso desayunamos algo”, comentó uno de ellos. La temperatura rondaba los cuatro grados centígrados, un clima fresco que hizo que muchos anhelaran un buen chocolate con churros para calentar el cuerpo.

Tradiciones de Año Nuevo

Varios coruñeses retomaron la tradición de visitar la cafetería Torre Esmeralda en la zona de Cuatro Caminos para dar la bienvenida al nuevo año. Otros, como Pepe Rodríguez, un coruñés de mediana edad, optaron por mantenerse activos. “No falto ni un día a mi rutina de ejercicio, y con este sol que ha salido, hay que aprovechar”, explicó mientras caminaba por el paseo marítimo. Por tanto, A Coruña se despidió del año viejo y dio la bienvenida al nuevo con un ambiente de alegría, tranquilidad y un toque de añoranza por las celebraciones pasadas.