Francia enfrenta una grave crisis en la lucha contra el narcotráfico, confirmada por el ministro del Interior galo, Bruno Retailleau, quien ha calificado la situación como un "punto de inflexión". Este alarmante diagnóstico surge tras un tiroteo en Poitiers, que resultó en cinco heridos, entre ellos tres adolescentes, uno de los cuales, un joven de 15 años, se encuentra en estado crítico. El tiroteo, vinculado directamente al tráfico de drogas en la plaza de Coimbra, un conocido punto de venta de drogas, involucró a entre 400 y 600 personas, evidenciando la magnitud del problema.

La alcaldesa de Poitiers, Léonore Moncond’huy, ha calificado este evento como un hecho "sin precedentes" en una ciudad que tradicionalmente se percibe como tranquila. Esta escalada de violencia ha alcanzado áreas que antes se consideraban seguras, incluyendo la "Francia que va bien", señalando un cambio preocupante en la dinámica del narcotráfico, que se ha alejando de los suburbios de París y Marsella.

El tiroteo en Poitiers no es un evento aislado. En las últimas semanas, Francia ha sido escenario de una ola de violencia ligada al narcotráfico. Un niño de cinco años perdió la vida en un incidente similar cerca de Rennes, donde fue alcanzado por una bala mientras intentaba escapar de un conflicto armado. Además, un joven de 20 años resultó gravemente herido en Valence tras ser alcanzado en un tiroteo frente a una discoteca. Esta espiral de violencia continua generando alarma entre las autoridades e incluso entre los ciudadanos que se sienten inseguros en sus propias comunidades.

Desde su llegada al ministerio del Interior hace casi dos meses, Retailleau ha promovido la lucha contra el narcotráfico como una "causa nacional", similar a la lucha contra el terrorismo. Esto incluye propuestas para aumentar la especialización del sistema judicial y fomentar la colaboración internacional para combatir esta crisis. Sin embargo, la inacción durante años ha permitido que la situación se deteriore, especialmente en ciudades como Marsella, donde la violencia relacionada con bandas de narcotraficantes sigue en aumento.

Marsella ha sido particularmente afectada, con el fiscal local advirtiendo que la situación ha alcanzado "otro nivel" debido a la creciente reclutación de jóvenes por parte de las bandas. El año pasado, los homicidios relacionados con el tráfico de drogas alcanzaron niveles récord, con 49 muertes. Esta violencia está vinculada principalmente a la guerra de territorios entre dos poderosas bandas: DZ Mafia y Yoda, lo que ha dejado a muchos residentes sintiéndose desprotegidos y olvidados por el gobierno.

El tráfico de drogas en Francia genera entre 3.000 y 6.000 millones de euros, según las estimaciones de la comisión senatorial creada por Retailleau. Cada punto de venta puede obtener ganancias de entre 25.000 y 90.000 euros al día, lo que explica la competencia feroz en este lucrativo mercado. En un esfuerzo por la seguridad pública, las autoridades han desmantelado en Marseille hasta diez puntos de venta de drogas al día, confiscando enormes cantidades de drogas y armamento.

Con aproximadamente 240.000 personas en Francia viviendo directa o indirectamente del narcotráfico, el problema se agrava debido a la alta demanda de productos sintéticos. A medida que la violencia se filtra en áreas antes consideradas seguras, la pregunta ahora es: ¿podrá Francia evitar una verdadera "mexicanización" de su sociedad y recuperar el control sobre sus calles? La situación demanda una respuesta inmediata y eficaz de parte de las autoridades, antes de que sea demasiado tarde.