La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha hecho dos anuncios que han generado una ola de críticas entre los autónomos. El primero, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que se presenta como la medida más urgente. Lorenzo Amor, presidente de ATA, ha señalado que el SMI debería ajustarse únicamente a lo que realmente crece la economía y los salarios medios. Este comentario surge como respuesta a la propuesta de Díaz de incrementar el SMI en 50 euros mensuales, elevándolo a 1.180 euros, un aumento que representaría más del 4% en comparación con la cifra actual, superando ampliamente el incremento del 3% en los salarios establecidos por convenios laborales.

Amor también ha hecho hincapié en que cualquier revisión del SMI debería estar relacionada con la actualización de los precios de los contratos públicos. Asegura que existe una "brecha" preocupante, ya que el Gobierno ha ido aumentando el SMI mientras mantiene congelado el coste de las contrataciones, lo que crea un desbalance perjudicial para los autónomos.

Además, los autónomos no ven con buenos ojos la propuesta de reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. Esta medida ha generado tensiones dentro del gobierno, especialmente entre Yolanda Díaz y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien aboga por implementar una transición acordada con la patronal antes de llevar a cabo dicha reducción. Amor criticó la idea de "trabajar menos para ganar más", señalando que es un mensaje contradictorio en un contexto donde la edad de jubilación se está ampliando cada año.

Incertidumbre en el horizonte

Este panorama se desarrolla en un año de incertidumbre para más de tres millones de autónomos en España, de los cuales uno de cada cuatro admite haber cerrado un año difícil. Según el Barómetro de ATA, que presenta datos de 2024 y proyecciones para 2025, la incertidumbre es una constante entre los trabajadores autónomos, quienes se sienten atrapados en medio de políticas confusas y anuncios que no parecen beneficiarles.

Para el próximo año, 2025, optimismo moderado: las perspectivas muestran una leve mejoría, aunque aún así uno de cada tres autónomos no vislumbra un futuro prometedor. Casi la mitad de los trabajadores por cuenta propia tiene una visión negativa sobre la economía, y uno de cada tres califica la situación como muy negativa. En medio de estos desafíos, los autónomos se preguntan: ¿están preparados para enfrentar otra tormenta económica?