Corea del Norte parece decidido a intensificar su participación en la contienda bélica entre Rusia y Ucrania, según informaciones provenientes de Corea del Sur. Se estima que el régimen liderado por Kim Jong-un tiene planes de enviar más tropas, así como artillería pesada y drones kamikazes, que han cobrado gran importancia en los conflictos bélicos contemporáneos por su eficiencia y costo económico. A pesar de que el número de norcoreanos muertos y heridos en Ucrania asciende a aproximadamente 1,100, las estimaciones de Seúl, Washington y Kiev calculan que alrededor de 12,000 soldados norcoreanos están desplegados en territorio ruso.

La intervención de uno de los regímenes más aislados del mundo en un conflicto europeo genera alarma no solo en Europa, sino también en la región de Asia-Pacífico. La semana pasada, los informes de inteligencia surcoreanos mostraron las graves pérdidas que ha sufrido el Ejército norcoreano en combate, alegando que su uso como 'tropas de asalto desechables' ha resultado en bajas significativas debido a su falta de preparación para contrarrestar los ataques aéreos.

Además, la inteligencia militar de Seúl ha advertido que Corea del Norte está en proceso de rotar o incrementar su contingente de tropas en Rusia. Pyongyang ya ha suministrado lanzacohetes múltiples de 240 milímetros y obuses autopropulsados de 170 milímetros a las tropas rusas, y recientemente se ha reportado que Corea del Norte también está ampliando la producción y el suministro de drones kamikazes, considerados vitales para el éxito en el campo de batalla moderno.

Durante una reciente supervisión de pruebas, Kim Jong-un enfatizó la necesidad de acelerar la “producción en masa” de estos drones, que fueron presentados públicamente por primera vez en agosto pasado. La importancia de estos artefactos bélicos en las guerras modernas también ha sido subrayada por el líder norcoreano.

La OTAN ha catalogado la participación de soldados de élite norcoreanos en Ucrania como una escalada significativa en este conflicto, reflejando la creciente alianza entre Vladímir Putin y Kim Jong-un. En junio, ambos líderes firmaron un acuerdo de asociación estratégica que incluye garantías de defensa mutua, lo que ha elevado aún más las tensiones en la región.

Seúl también ha expresado su preocupación por cómo esta colaboración afectará la dinámica del conflicto, sugiriendo que Corea del Norte busca obtener experiencia en combate real y tecnología avanzada, lo que podría potencialmente incrementar la amenaza militar que representa para Corea del Sur. Las ya tensas relaciones entre ambas Coreas han empeorado este año, y las autoridades surcoreanas no descartan la posibilidad de provocaciones militares por parte de Pyongyang en un futuro próximo.

A medida que se aproxima una sesión plenaria del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, se teme que el país realice lanzamientos de misiles balísticos o incluso una prueba nuclear, algo que no ha hecho desde 2017. Algunos analistas creen que podrían intentar hacer una demostración de su poder antes de la asunción de Donald Trump el 20 de enero, con el fin de mejorar su posición en posibles negociaciones futuras con Estados Unidos.

El mundo sigue observando con cautela el desarrollo de estos acontecimientos, que podrían alterar el equilibrio de poder en la región y más allá.