Grifols está atravesando una jornada dramática en el IBEX 35, ya que las acciones de la compañía han caído de forma preocupante tras la noticia del diario El Confidencial sobre el nuevo retraso del fondo canadiense Brookfield en la oferta pública de adquisición (OPA) propuesta.

Este fondo ha enfrentado problemas de financiación y no ha logrado reunir los 10.000 millones de euros necesarios para adquirir el 70% de Grifols y reestructurar su deuda, lo que ha llevado a especulaciones sobre la viabilidad de la operación. Según el analista de Bankinter, Pedro Echeguren, esta es una “noticia negativa que pone en duda la posible OPA sobre Grifols.”

Recordemos que en julio se anunció que Brookfield estaba analizando la posibilidad de lanzar una OPA, sin embargo, con casi cuatro meses transcurridos y un reciente pedido de más tiempo por parte del fondo a la familia Grifols, la situación se ha tornado incierta. Echeguren advierte que esta demora podría tener efectos devastadores para la cotización de la empresa si Brookfield finalmente decide abandonar la oferta.

A pesar de la incertidumbre, no todos los análisis sobre Grifols son pesimistas. La mayoría de los analistas, en contraste con la visión de Bankinter, sugieren un consejo de 'comprar', estimando un precio objetivo de 17,41 euros, lo que representa un potencial alcista del 73,8% respecto a los precios actuales.

Actualmente, las acciones de Grifols han caído un 2,24% a media mañana, marcando un mínimo de 10,015 euros en el IBEX 35. Esta cotización está un 37% por debajo del máximo alcanzado en las últimas 52 semanas de 15,92 euros el 29 de diciembre. En medio de esta volatilidad, muchos se preguntan si Grifols puede recuperar su posición y qué significa esto para los inversores en el futuro.

Sin duda, la evolución de la situación con Brookfield será clave en los próximos días. Los inversores están al borde de la silla, ya que la decisión del fondo canadiense puede hacer tambalear los cimientos de Grifols en el mercado.