El Servicio Nacional de Investigación Criminal de Noruega, conocido como Kripos, ha emitido una orden de búsqueda internacional contra un noruego vinculado a un devastador ataque explosivo en El Líbano, que dejó más de diez muertos y miles de heridos. Este ataque, llevado a cabo con dispositivos de comunicación asociados al grupo terrorista Hezbollah, ha sido calificado como uno de los incidentes más mortales de la última década en la región.

Las autoridades noruegas han revelado que la empresa Norta Global, cuyo dueño es un hombre identificado como Rinson Jose, de 39 años, podría estar implicada en la venta de los dispositivos explosivos a Hezbollah. La jefa de la Unidad de Personas Desaparecidas de la Policía de Oslo, Mari Elise Munaes Myhrer, indicó que el sospechoso, quien fue declarado desaparecido después de no presentarse a su trabajo, habría viajado a Estados Unidos poco antes de los ataques.

Por su parte, la ruta de las investigaciones ha llevado a las autoridades a la empresa taiwanesa Gold Apollo, que rápidamente negó cualquier relación con el suministro de los dispositivos. Esta compañía señaló que había transferido los derechos de fabricación a BAC Consulting, una firma húngara que, según el gobierno de Hungría, actúa únicamente como un “intermediario comercial” sin capacidad para fabricar dichos aparatos.

Sin embargo, una investigación más profunda reveló que la verdadera conexión podría estar en una compañía con sede en Sofía, también llamada Norta Global, que presuntamente facilitó la venta de los localizadores entregados a Hezbollah. La Agencia Estatal de Seguridad Nacional de Bulgaria (DANS) ha desmentido cualquier implicación de su país en el suministro de estos dispositivos, asegurando mediante una inspección conjunta con varias agencias que no hubo operaciones de importación o exportación que vincularan a Bulgaria con los explosivos utilizados en el ataque.

Las secuelas de este ataque han generado tensiones internacionales, y las autoridades libanesas han señalado rápidamente a Israel como responsable, prometiendo una represalia. Israel, sin embargo, no ha emitido comentarios al respecto, lo que ha dejado en el aire las reacciones en la comunidad internacional. Este suceso ha reavivado los temores sobre la seguridad en la región y la creciente amenaza del terrorismo global.

Mientras tanto, Noruega refuerza su aparente compromiso en la lucha contra el terrorismo y la cooperación internacional, posicionándose en el centro de un caso que podría afectar las relaciones en el Medio Oriente y hacer tambalear la estabilidad que ya es frágil.