La potasa, mineral vital para la fabricación de fertilizantes, fue descubierta en Soria hace más de un siglo, pero su explotación ha estado marcada por controversias y percances laborales. A pesar de los obstáculos, el potencial del potasio en España es colossal, especialmente en el contexto actual donde el mundo busca alternativas a las importaciones de Rusia, que controla un asombroso 20% de la oferta global de potasa.

La guerra en Ucrania ha desestabilizado aún más el panorama europeo, haciendo que los precios de los fertilizantes se disparen en un 195%, superando los 1.100 dólares por tonelada. Esta crisis ha puesto a España en el punto de mira como un posible salvador dentro del continente, dada la creciente demanda de fuentes alternativas.

Mina Muga: El Proyecto que Puede Cambiarlo Todo

Situada a 50 kilómetros de Pamplona, Mina Muga se perfila como el depósito más prometedor de España para la extracción de potasa. Después de estudios realizados por Geoalcali en los años 80, se espera iniciar la construcción a finales de 2024 o principios de 2025, con la ambición de producir un millón de toneladas anuales. Esto representa un tercio de lo que Europa importa de Rusia y podría abastecer completamente a los mercados español y francés.

Geoalcali estima que la creación de este proyecto generará alrededor de 800 empleos directos, con operaciones de extracción anticipadas para 2026-2027. Sin embargo, los más de 100 millones de euros invertidos hasta ahora no son suficientes para cumplir con todos los requerimientos del ambicioso plan de Mina Muga, que tiene una proyección de vida útil de 30 años y un EBITDA proyectado de 340 millones de euros.

¿Un Rescate de China?

La respuesta a los problemas de financiación ha llegado desde Oriente. Tres grandes empresas chinas, Yankuang Energy Group, Beijing Energy International Holding y Singapore Taizhong Global Development, han acordado invertir un total de 220 millones de dólares en el proyecto. Esta inversión podría ser un impulso vital para la materialización de Mina Muga.

A pesar de la positiva reacción del Gobierno de Navarra en relación a estos acuerdos, persisten dudas sobre el impacto que podría tener la implicación de China en un sector tan estratégico. Aunque aún falta la autorización de los reguladores españoles, los avances son notables y se necesitarán cerca de 450 millones de euros para hacer realidad este proyecto.

En un momento crítico de dependencia del suministro de potasa de Rusia, Mina Muga se presenta como una esperanza para España y Europa. Sin embargo, la llegada de la inversión china también invita a cuestionar qué significa realmente construir un futuro más autónomo en un mundo donde los intereses geopolíticos están en constante juego.