Recientes estudios del Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES), que forma parte del Plan PEVOLCA, han puesto en alerta a la comunidad científica, tras detectar cambios significativos en la actividad del Teide, considerados como 'anómalos'. Aunque el Gobierno de Canarias asegura que estos cambios no indican una erupción inminente, sí elevan la posibilidad de un evento volcánico en el futuro, tanto a medio como a largo plazo.

En una reunión extraordinaria, Manuel Miranda, consejero de Política Territorial, hizo un llamado a la calma y la prudencia entre los habitantes de la zona. Los expertos han observado modificaciones desde el año 2016, incluyendo un notable aumento en la emisión de gases, lo que puede señalar un incremento en la presión del sistema hidrotermal de la isla.

Los enjambres sísmicos han sido especialmente activos en profundidades que oscilan entre 17 y 40 kilómetros. Estas actividades se concentran en áreas críticas como Las Cañadas, las Cumbres de Adeje, Vilaflor e Izaña. A pesar de estos hallazgos, los miembros del CCES, que incluyen instituciones de renombre como el Instituto Geográfico Nacional, el CSIC, INVOLCAN y diversas universidades canarias, enfatizan que no hay pruebas concluyentes de que una erupción sea inminente.

Particularmente, se ha detectado una notable concentración sísmica en Las Cañadas, las Cumbres de Adeje y en Vilaflor. Durante los meses de junio y julio de 2023, se registró un enjambre sísmico a niveles récord, con más de 30 km de profundidad, bajo la región de Santiago del Teide, seguido de otro evento sísmico entre 17 y 23 km en las Cañadas a finales del año. Otras áreas de menor actividad sísmica se han encontrado bajo Izaña y las cumbres de Arico.

Miranda reafirmó el compromiso del Gobierno con la transparencia y la rigurosidad científica para contrarrestar el alarmismo y la desinformación. Se espera que las conclusiones del comité científico sean publicadas y accesibles en la página web de la consejería, garantizando que la población esté debidamente informada.

Adicionalmente, se está trabajando en colaboración con INVOLCAN y el CSIC en proyectos destinados a actualizar y mejorar los mapas de riesgo, asegurando que los habitantes del área estén preparados ante cualquier eventualidad. ¡La vigilancia continúa en el Teide, un gigante dormido que no se puede subestimar!