El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, lanzó una advertencia contundente este martes referente a la oferta pública de adquisición (OPA) hostil presentada por BBVA. En un contexto lleno de incertidumbres, Oliu subrayó la inestabilidad de esta propuesta debido a su naturaleza de canje de acciones y a la notable exposición de BBVA en los mercados emergentes.

Durante su intervención en Oviedo, en el marco de la entrega del XXIII Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Económica, que fue otorgado al profesor de la Universidad de Yale, Eduardo Dávila, el presidente de Sabadell insistió en que los accionistas necesitan contar con información clara y completa para poder tomar decisiones informadas sobre el futuro de la entidad.

Oliu hizo hincapié en que la volatilidad actual está motivada por el hecho de que, al tratarse de un canje de acciones, los riesgos asociados a esta operación podrían provocar una dilución de la aparente prima que presentaba al inicio. Se calcula que la oferta de BBVA, en su propuesta inicial, representaba una prima del 30% sobre el promedio de las acciones de Sabadell, pero este porcentaje ha ido disminuyendo hasta alcanzar solo un 2,85% según los últimos informes del mercado.

Asimismo, Oliu no ha escatimado en señalar que una posible fusión entre BBVA y Sabadell tendría repercusiones negativas significativas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Esta fusión podría restringir su acceso a crédito y servicios financieros, aumentando la concentración en el sector, lo que afectaría de manera más grave a las pymes del norte de España y la costa mediterránea, en particular en regiones como Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Además, Oliu mencionó que la comunidad empresarial debe estar alerta, ya que las implicaciones de esta OPA van más allá de las cifras financieras, afectando el tejido económico y la estabilidad del mercado laboral en dichas áreas. La combinación de dos de los bancos más grandes del país plantea una preocupación real sobre la competencia y la salud del sector bancario español en su conjunto.

Mientras tanto, el movimiento del BBVA sigue generando inquietud entre analistas y expertos del sector. ¿Logrará el banco establecer un acuerdo que beneficie a ambas partes o será una batalla que altere el panorama bancario español? La incertidumbre continúa y los accionistas observan atentamente.