Aunque 'Nueve semanas y media' catapultó a la fama a Mickey Rourke y Kim Basinger, convirtiéndolos en verdaderos íconos sexuales de los años 80, el proceso de filmación fue nada menos que una tortura para la actriz. Alberto Rey, conocido periodista, comparte detalles inquietantes sobre el complicado rodaje, donde Basinger fue llevada al extremo por tanto Rourke como el director Adrian Lyne.

Rey explica que había una gran presión sobre Basinger debido a que tanto Rourke como Lyne la consideraban más como una modelo que como una actriz. "Ellos decían que no era una actriz de verdad porque venía de hacer una chica Bond y había posado para 'Playboy'. No querían que interpretara, querían que reaccionara", comenta Rey, lo que hizo que se emplearan métodos de actuación poco convencionales y muy exigentes.

Por ejemplo, durante una escena clave, Rourke agarra a Basinger y la abofetea, un gesto que resultó ser tan real como inquietante. Este tipo de enfoque extremo no solo afectó la dinámica entre los actores, sino que también elevó la tensión en el set de filmación.

Además, Rey destaca que desde el casting del filme las cosas se presentaron complicadas. "Hay que darle un punto a la actriz, porque aunque no sabía del todo lo que le esperaba, sí sabía que esta era una oportunidad única en Hollywood", señala el periodista. Esta experiencia difícil se sumó a la interpretación valiente y auténtica que Basinger logró en la película, lo que a la larga consolidó su carrera en la industria del cine, pero también dejó una huella de tensión y malestar que la seguiría durante años.

Este escándalo detrás de escena pone en cuestión las duras exigencias que enfrentan muchas mujeres en la industria del cine, recordándonos que, detrás de las cámaras, hay historias que podrían cambiar nuestra percepción sobre las películas que amamos. ¿Qué otros secretos oscuros siguen ocultos en la historia del cine? ¡No te pierdas los próximos reportajes!