Descontrol en la Vuelta Ciclista a España

La Vuelta Ciclista a España se ha convertido en un verdadero campo de batalla, y no hablamos solo de ciclismo. Desde hace semanas, la controversia gira en torno a la participación del equipo Israel-Premier Tech, generando constantes enfrentamientos en varios municipios gobernados por Bildu. Las tensiones estallaron el martes cuando, en Navarra, algunos grupos intentaron detener la carrera en Lumbier.

Lo que ocurrió el miércoles en Bilbao no fue ninguna sorpresa, pero sí un aviso: la situación llegó a un punto crítico que forzó la neutralización de parte de la etapa. A las 16 horas, estaba convocada una protesta que evidenciaba el riesgo latente.

La crítica del Sindicato Profesional de la Ertzaintza

El Sindicato Profesional de la Ertzaintza (SiPE) no se ha quedado callado. Han denunciado lo que consideran "una grave irresponsabilidad" al planificar un evento de tal magnitud sin contar con los recursos adecuados. Solo 587 agentes fueron desplegados en Bilbao, una cifra que claramente quedó corta para controlar un operativo que requería una mayor protección ante posibles disturbios.

Las imágenes de los incidentes son alarmantes: en el alto de Enekuri, solo dos agentes estaban presentes cuando unos manifestantes irrumpieron en la carretera. ¡Inconcebible!

Falta de materiales y riesgo para la seguridad pública

Además, los agentes de la Ertzaintza han expresado su frustración por la prohibición de usar material antidisturbios. Esto no solo limita su capacidad de respuesta, sino que pone en peligro la seguridad pública. "La falta de prevención y medios adecuados no solo debilita nuestra operativa, sino que compromete directamente a la ciudadanía", lamentan.

La situación ha desatado un debate urgente sobre la seguridad en eventos deportivos de gran escala. ¿Estamos realmente preparados para manejar la creciente violencia en torno al deporte? La respuesta parece estar lejos de ser clara.