El centro de León vivió un pequeño susto que podría haber tenido consecuencias graves debido al desprendimiento de parte de una ventana en un edificio. Gracias a la rápida acción de los Bomberos del Ayuntamiento, se logró garantizar la seguridad de los transeúntes y vehículos en la zona.

El incidente ocurrió el pasado jueves 26 de diciembre en la calle Brianda de Olivera, alrededor de las 17:30 horas, cuando varios peatones comenzaron a alertar sobre la caída de escombros desde el marco superior de las ventanas de un edificio de varias plantas. La situación generó una gran preocupación entre los ciudadanos que transitaban por la zona.

Los efectivos de bomberos, que llegaron con celeridad a la escena, establecieron un perímetro de seguridad y cortaron el tráfico en ambos carriles de la calle, en coordinación con la Policía Local. Esto fue esencial para evitar cualquier posible accidente, mientras el equipo utilizaba un camión con grúa para acceder a las ventanas afectadas y evaluar los riesgos.

Durante la operación, los bomberos aseguraron dos ventanas y retiraron fragmentos de ladrillo y materiales en riesgo de desprendimiento. Esta intervención se realizó con tanta eficiencia que en aproximadamente 30 minutos se logró concluir la misión, devolviendo la tranquilidad a la zona.

Afortunadamente, no hubo heridos ni daños significativos más allá de la fachada del edificio. Sin embargo, el incidente puso de manifiesto la importancia de la seguridad estructural en los edificios antiguos de la ciudad, un tema que la comunidad ha comenzado a debatir más seriamente.

Los expertos recomiendan que los propietarios de inmuebles en zonas específicas realicen revisiones periódicas para garantizar la integridad de sus estructuras y evitar situaciones de peligro como la vivida. La ciudad de León, rica en historia y arquitectura, requiere de la atención constante no solo de sus ciudadanos sino también de las autoridades para preservar su patrimonio y la seguridad de todos.