¡Adiós al kebab común! Turquía se propone proteger el döner kebab en Europa con la ayuda del jamón serrano español
2024-09-27
Autor: Carmen
Turquía está lanzando un ambicioso plan para registrar el döner kebab como una especialidad culinaria con la misma protección en la Unión Europea que el famoso jamón serrano de España y la auténtica pizza napolitana. Esta medida, impulsada por la Federación Internacional de Döner de Turquía (UDOFED), busca evitar que cualquier preparado con carne pueda llevar el nombre de kebab. Según el medio alemán Focus, esta iniciativa establecería que solo se pueden usar carne de cordero o ganado de al menos 16 meses.
El objetivo de la UDOFED es que el kebab tradicional obtenga la consideración de "especialidad tradicional garantizada". El registro abarca no solo la carne permitida, sino también el proceso de marinado, la forma de ensartar la carne en el pincho y la duración exacta de la cocción. Además, proponen regulaciones sobre el grosor y tipo de corte de las tiras de carne, así como la mezcla de especias y adobos.
La decisión final recaerá en la Comisión de la Unión Europea, que deberá determinar si acepta esta protección. Si se implementa, cualquier kebab elaborado con pollo o ternera no podrá denominarse "döner kebab", similar a como sucede con otras delicias europeas protegidas como el jamón serrano o el queso mozzarella.
Un enfoque directo hacia el lucrativo mercado alemán
Aunque la resolución de la Comisión afectará a toda Europa, este movimiento está especialmente dirigido a Alemania, donde el negocio del döner kebab genera ingresos anuales de alrededor de 2.300 millones de euros. En toda Europa, la industria del kebab está valorada en unos impresionantes 3.500 millones de euros, según la Asociación de Productores de Döner Turco en Europa, con sede en Berlín.
Es un golpe estratégico para asegurar la autenticidad turca en un mercado que, aunque es muy rentable, ha visto la proliferación de variedades no tradicionales que afectan su reputación. Si Turquía logra esta denominación específica, se podría abrir la puerta a otros países que buscan proteger sus tradiciones culinarias, planteando un futuro interesante para la gastronomía europea. ¡La batalla por el kebab acaba de comenzar!