¡Adiós al caucho! El césped artificial del futuro llega con arena y sin microplásticos
2024-12-29
Autor: Marta
En España, se han construido más de 7,000 campos de fútbol de césped artificial que utilizaban pequeñas bolitas negras de caucho. Estas bolitas eran un clásico que revoloteaba durante cada partido, sin importar la edad o el género de los jugadores. Instalados desde 2007, estos campos reemplazaron a la arena, el material original, marcando un avance significativo respecto a las moquetas de los años 90. Sin embargo, la Unión Europea ha decidido prohibir este tipo de césped a partir de 2023, con una moratoria que finaliza en 2031, lo que significa que no deberían existir más campos con materiales de caucho en ese plazo.
El principal motivo detrás de esta prohibición es la gran cantidad de residuos que se filtraban hacia las aguas y terminaban en el mar. Ignasi Senabre, director de Sports & Landscape, explica que el caucho era uno de los contaminantes más preocupantes del océano, acumulándose hasta 42,000 toneladas. Aunque el caucho ayudaba a amortiguar los impactos durante el juego y reducía las lesiones de los futbolistas gracias a su biomecánica, su impacto ecológico era innegable.
A pesar de las ventajas del césped de caucho, este trajo consigo una serie de problemas y desinformaciones. Senabre resalta que, más allá de la contaminación, la distribución desigual de las bolitas de caucho generaba áreas con diferentes niveles de amortiguación, creando inconsistencias en el rendimiento del campo. También desmiente el mito de que el caucho podría causar cáncer, afirmando que, aunque contaminante, no es tóxico a menos que se ingiera en grandes cantidades, algo improbable en la práctica. Además, apunta que las lesiones en futbolistas se deben más al mal calzado que a la superficie donde juegan.
En respuesta a estos retos, Senabre y su esposa lanzaron un proyecto en 2017 para desarrollar un césped artificial más duradero y ecológico, que protege la salud de los deportistas. Esta nueva combinación de materiales ya está presente en el País Vasco y en más de 500 campos por toda Europa, todos ellos homologados por la UEFA. Se utiliza una base elástica que reduce la irregularidad de la amortiguación y asegura una durabilidad de 30 años. Además, el césped cuenta con entre 17,000 y 20,000 puntadas, en comparación con los 7,400 a 9,000 anteriores.
Una de las innovaciones más destacadas es un campo en Torredembarra que es neutro en CO2. Este césped no solo evita microplásticos, sino que está hecho de bioplásticos reciclables, posicionándose como un modelo a seguir para el futuro y asegurando un mejor cuidado de la capa de ozono para 2031. Senabre menciona un compromiso entre varias empresas que forman parte del programa LifeT4C de la Unión Europea, cuyo objetivo es implementar el uso de ecolastene, un plástico reciclado, en los nuevos campos.
Con la prohibición del caucho vigente, el sector se moviliza hacia un futuro más sostenible, asegurando que, en cuestión de años, los campos de fútbol y fútbol base en España estarán equipados con estos nuevos materiales que prometen ser más ecológicos y menos dañinos para el medio ambiente.