El mundo de la música y el cine está de luto tras el fallecimiento de Kris Kristofferson, quien murió este domingo a los 88 años en su residencia en Maui, Hawai. Conocido como una verdadera leyenda de la cultura estadounidense durante las décadas de los 70 y 80, Kristofferson dejó un legado imborrable que seguirá resonando por generaciones.

Kristofferson era un prodigio en la composición, creando clásicos atemporales que definieron el género country y más allá. "Me and Bobby McGee" es quizás su obra más famosa, pero también fue el autor de otros grandes éxitos como "For the Good Times", "Sunday Mornin' Comin' Down" y "Help Me Make It Through the Night". Su habilidad para contar historias a través de su música lo convirtió en un referente para muchos artistas.

No solo fue un talentoso músico, sino también un premiado actor. Su interpretación junto a Barbra Streisand en "Ha nacido una estrella" (1976) le valió un Globo de Oro y su participación en el infame filme "La puerta del cielo" (1980) lo catapultó a nuevas alturas, a pesar de las críticas mixtas que recibió.

Nacido el 22 de junio de 1936 en Texas, Kris creció en un entorno militar. Su padre, un oficial militar, esperaba que siguiera sus pasos, pero Kristofferson eligió el camino artístico, destacando por su talento literario y su pasión por la música. Estudió en Oxford gracias a una beca Rhodes, donde comenzó a forjar su camino como compositor.

Su retorno a Estados Unidos marcó el inicio de una lucha por sus sueños. Mientras trabajaba en el suelo de Nashville, el centro del country, se enfrentó a un largo camino lleno de obstáculos antes de ser reconocido por su trabajo. Su gran avance llegó gracias al apoyo de personalidades como Johnny Cash, quien le dio un empuje significativo en su carrera.

En la década de 1970, Kristofferson se convirtió en un pilar del country, escribiendo baladas que resonaban por su contenido emocional, su crítica social y su estilo progresista. Artistas como Jerry Lee Lewis y Roger Miller comenzaron a grabar sus canciones, lo que solidificó su estatus en la industria. En 1973, también se convirtió en una figura destacada en la pantalla grande con "Pat Garrett y Billy The Kid", donde compartió créditos con Bob Dylan.

El auge de su carrera llegó justo en medio de los convulsos años 70, donde la combinación de talento, autenticidad y un toque de rebeldía lo diferenciaron del resto. Aparte de sus logros en la música, sus esfuerzos cinematográficos continuaron hasta la década de 1980, aunque después de la polémica "La puerta del cielo", regresó al mundo musical con el supergrupo Highwaymen, que incluyó a grandes nombres como Willie Nelson, Johnny Cash y Waylon Jennings.

A pesar de la fluctuación en la popularidad del country, Kristofferson se mantuvo vigente al final del siglo XX, recibiendo reconocimientos y continuando su legado musical. Ahora, su partida deja un vacío y una profunda admiración entre sus fanáticos y colegas.

Kris Kristofferson deseaba que se recordara su vida y obra. En varias ocasiones expresó su deseo de que en su lápida se inscribieran los versos de "Bird on the Wire" de Leonard Cohen: "Como un pájaro en el alambre / Como un borracho en un coro de medianoche / He intentado a mi manera ser libre". Así será recordado, como un hombre que, a su manera, hizo de la música y la actuación su libertad y su vida.