Durante su reciente visita a Estados Unidos, Santiago Abascal, líder del partido Vox, ha logrado destacar en diversos eventos a pesar de no haberse reunido con Donald Trump, el nuevo presidente de EE. UU. El momento más viral de su estancia fue una fotografía con el famoso luchador de MMA, Conor McGregor, que cerca de alcanzó un millón de visualizaciones en las redes sociales. A pesar de ser el político español más relevante en la ceremonia de toma de posesión, Abascal no visitó la Embajada de España, comenzando en su lugar su agenda en la Embajada de Hungría, dado que acudía como presidente de Patriots.eu, un partido europeo respaldado por el primer ministro húngaro Viktor Orbán.

Abascal participó en varios eventos relevantes, incluyendo un almuerzo organizado por el Foro para la Seguridad del Hemisferio Occidental y una cena de gala hispana, donde tuvo la oportunidad de interactuar con el presidente argentino Javier Milei y el mandatario paraguayo Santiago Peña. Lamentablemente, su único saludo a un miembro de la nueva Administración estadounidense fue a Sean Duffy, nominado por Trump como secretario de Transportes.

Un aspecto clave de su visita fue el acercamiento a think tanks y organizaciones ultraconservadoras, lugar donde se elabora la ideología que el trumpismo busca expandir globalmente. Abascal, acompañado por el eurodiputado Hermann Tertsch y el director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, visitó organizaciones como la Heritage Foundation y el Instituto Hudson, participando en reuniones con líderes del CPAC (Conferencia Política de Acción Conservadora).

En varias entrevistas, Abascal comentó su alineación con las ideas promovidas en Estados Unidos post-Trump, pero evitó comentar temas delicados como la recuperación del canal de Panamá, aduciendo que no estaba suficientemente informado. Asimismo, criticó al primer ministro español Pedro Sánchez por intentar posicionarse como un opositor internacional a Trump y arremetió contra lo que él califica como la "Europa soviética" instigada por la burocracia de Bruselas.

A pesar de esto, Abascal celebró que figuras como Mark Zuckerberg, dueño de Meta, hayan hecho concesiones al nuevo gobierno de EE. UU., como la eliminación de la verificación de mensajes en Facebook, y apuntó que fondos millonarios han retirado su compromiso de limitar el cambio climático. Su visita a Washington parece haber alcanzado su principal objetivo: ganar visibilidad internacional y fortalecer lazos con políticas similares, al reunirse con líderes de extrema derecha de varias naciones, incluyendo al portugués André Ventura, el mexicano Eduardo Verástegui y Eduardo Bolsonaro, el hijo del expresidente brasileño. Además, la reunión con el general Mike Flynn, quien renunció como asesor de Seguridad Nacional de Trump por sus vínculos con el espionaje ruso, subraya su estrategia de consolidación internacional.