El esperado enfrentamiento entre el Barça y el Real Madrid en Maspalomas no fue la final soñada para muchos, ya que ambos equipos fueron eliminados en semifinales por Sevilla y Betis, lo que llevó a una disputa por el tercer y cuarto puesto. A pesar de no ser por el título, este 'mini-clásico' significó mucho para los jóvenes talentosos en el campo, ya que para muchos de ellos era la primera vez que vivían un enfrentamiento entre estos gigantes del fútbol español. Al final, el Real Madrid se alzó con la victoria por 0-1.

Desde el inicio del partido, los nervios fueron palpables. Ambas escuadras mostraron respeto mutuo, lo que se tradujo en una primera parte con pocas ocasiones claras. El Barça tuvo una oportunidad que desvió Nico, mientras que el Real Madrid se acercó al gol después de un magnífico giro de Duarte que terminó rozando el palo. La afición, a pesar de que la final no fuera lo esperado, creó un ambiente vibrante, animando a los jugadores e incluso haciendo la 'ola'.

En la segunda mitad, el Barça salió decidido a cambiar el rumbo del partido, encontrando a David Moreno bien ubicado entre líneas y a Fode en una posición más avanzada. El mediapunta, mostrando su gran habilidad, creó una ocasión para sí mismo, pero su tiro se fue desviado por muy poco. Con confianza, en la jugada siguiente, intentó realizar un regate en campo rival; no obstante, Mateo le robó el balón y avanzó con determinación, pasando a Aliaksei, quien, con un potente disparo cruzado, sentenció el 'mini-clásico'.

Después del gol, los jugadores del Barça, dirigidos por Jordi Poma, lucharon por recuperar el control del juego, pero el cansancio acumulado a lo largo del torneo fue evidente. Finalmente, se vieron obligados a aceptar la cuarta posición, un resultado que, aunque no es lo que esperaban, les servirá como valiosa experiencia para sus futuras competencias. ¡El emocionante duelo vuelve a dejar claro que la rivalidad entre estos dos equipos siempre proporciona un espectáculo digno de recordar!