VIDEO | Un conserje de 68 años fue atacado brutalmente por arrendatarios en Santiago
2024-11-11
Autor: Martina
Un conserje de 68 años fue víctima de una violenta agresión la madrugada de este lunes en un edificio de Santiago, ubicado en la calle San Pablo, entre General Baquedano y Avenida Brasil. Los implicados, dos hombres de nacionalidad extranjera, comenzaron a golpear al conserje tras ser solicitados a presentar su carnet de identidad y el número de su departamento.
Según informes de T13, uno de los agresores vive en el mismo edificio y ha sido interrogado por Carabineros, mientras que el paradero del segundo sujeto permanece desconocido. Los residentes del edificio han señalado que ambos hombres eran ciudadanos extranjeros y que el arrendatario tiene antecedentes por ruidos molestos.
Lo que es aún más alarmante es que, antes de atacar al conserje, los agresores ya habían agredido a una persona en situación de calle, alegando que este intentó robarles. Sin embargo, las cámaras de seguridad no corroboraron su versión de los hechos.
Testigos describieron que los agresores llegaron a las instalaciones en aparente estado de ebriedad y sin recordar su propio departamento. El conserje, al no reconocerlos, fue atacado y golpeado en el suelo de la recepción. La escena fue tan violenta que la fachada del edificio sufrió daños considerable, con vidrios rotos y manchas de sangre en el lugar.
Un residente del edificio que presenció la escena comentó: “Venían pegándole a un indigente, casi lo mataron, y después se dirigieron hacia el conserje, quien simplemente estaba cumpliendo con su trabajo”.
Otra vecina añadió que la víctima sufrió contusiones en la cara y las piernas, resaltando la grave situación de violencia que se vive en la comunidad. Este incidente no solo pone de manifiesto la falta de respeto hacia los trabajadores de seguridad, sino que también refleja un panorama preocupante sobre la seguridad en el sector.
Ante este ataque, la comunidad pide una mayor presencia policial y medidas de seguridad para proteger a quienes realizan trabajos esenciales como el de conserjería. Este tipo de agresiones no solo atentan contra la integridad de las personas, sino que también afectan la convivencia pacífica en el barrio. Es un llamado a la reflexión sobre cómo podemos garantizar la seguridad de todos, especialmente de aquellos que trabajan en la protección de nuestros espacios.