Ciencia

Vacunas de ARN mensajero contra el cáncer: el avance que podría cambiar todo en tratamientos oncológicos

2025-01-06

Autor: Emilia

Las vacunas de ARN mensajero (ARNm) han tomado protagonismo a nivel mundial gracias a su papel crucial en la lucha contra la pandemia de COVID-19, salvando millones de vidas. Sin embargo, pocas personas conocen que esta prometedora tecnología ya se estaba explorando para tratamientos personalizados contra el cáncer, mucho antes de que el coronavirus hiciera su aparición.

Con el inicio de la pandemia en 2020, la investigación en ARNm se desvió, centrándose en la creación de vacunas contra el SARS-CoV-2. Ahora, con la crisis sanitaria bajo control, el enfoque vuelve a estar en el cáncer, un campo donde la tecnología está mostrando resultados esperanzadores.

Una de las innovaciones más destacadas es la vacuna mRNA-4157, desarrollada por Moderna en colaboración con Merck, cuya eficacia ha sido evidenciada en el tratamiento del melanoma metastásico. Este tipo de cáncer de piel, que se desarrolla en áreas expuestas al sol, puede ser particularmente agresivo si no se diagnostica y trata a tiempo.

La especialidad de las vacunas de ARNm radica en su capacidad de ofrecer tratamientos altamente personalizados. Acompañada de la vacuna, la farmacoterapia con pembrolizumab ha demostrado reducir la progresión de la enfermedad, un avance que podría ofrecer nuevas esperanzas para pacientes con melanoma.

Además de Moderna, BioNTech también está haciendo progresos en el uso de ARNm para otros tipos de tumor. Actualmente, la empresa lleva a cabo ensayos clínicos con su vacuna BNT116, enfocada en el cáncer de pulmón, que es responsable de aproximadamente 1.8 millones de muertes al año a nivel mundial.

Las vacunas de ARNm, a diferencia de las tradicionales, están diseñadas para fomentar una respuesta inmune contra proteínas específicas de células tumorales, conocidas como neoantígenos. Este enfoque personalizado se basa en las mutaciones genéticas únicas de cada paciente, lo que hace que la terapia sea más efectiva y con menos efectos secundarios.

Los estudios preliminares han mostrado que estas vacunas generan una respuesta inmunitaria activa y, en ensayos recientes, las tasas de recaída se han visto significativamente reducidas.

Sin embargo, los oncólogos como el Dr. Claudio Martín, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, advierten que aún es temprano para celebrar. Aunque los resultados han sido positivos, hay un desafío crucial: extender la eficacia de estas vacunas a otros tipos de cáncer menos inmunogénicos, como el de páncreas y próstata.

Además de canceres cutáneos y pulmonares, se han iniciado investigaciones prometedoras sobre el uso de la tecnología de ARNm en glioblastoma, un tumor cerebral extremadamente agresivo. Un estudio de la Universidad de Florida mostró que la vacuna desarrollada para este tipo de cáncer puede reprogramar el sistema inmune del paciente, prometiendo una respuesta más efectiva frente a este desafío letal.

La comunidad científica mantiene el optimismo respecto a los avances en la lucha contra el cáncer, destacando que la versatilidad de la tecnología de ARNm podría abrir la puerta a nuevas estrategias en el tratamiento de diversas patologías. A medida que se espera que se publiquen más investigaciones, el enfoque futuro se centrará en la personalización del tratamiento y la reducción de costos, brindando acceso a estas innovaciones a un mayor número de pacientes.

Como podemos ver, el impacto de las vacunas de ARN mensajero se extiende más allá de su aplicación en COVID-19, marcando un nuevo capítulo en la lucha contra el cáncer, donde cada avance representa una luz de esperanza para millones.