Diputados de diversos sectores, tanto del oficialismo como de la oposición, han hecho un llamado urgente al Senado para que acelere la discusión de la nueva Ley de Migraciones, que actualmente se encuentra en su segundo trámite constitucional.

Sin embargo, dentro de la alianza de Gobierno, algunos sectores han manifestado sus preocupaciones sobre ciertas disposiciones de la ley, advirtiendo potenciales problemas de inconstitucionalidad.

Mientras tanto, en La Moneda, se evalúa la posibilidad de un proceso de regularización limitado, mientras el Congreso Nacional continúa tramitando el proyecto que moderniza la Ley de Migraciones.

Esta reforma fue aprobada por la Cámara de Diputados hace un par de semanas y ha sido objeto de un intenso debate, especialmente por posturas críticas provenientes de partidos como el Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio, quienes consideran que esta nueva normativa incorpora más medidas restrictivas que las actuales.

La ley contempla la ampliación de las causales de expulsión por delitos graves, que incluyen violencia intrafamiliar, violación, explotación sexual y porte ilegal de armas. También propone sanciones más severas para los transportistas que faciliten el ingreso irregular de personas desde la frontera.

Uno de los puntos más controversiales de la ley es la “preferencia” que se otorgará a los migrantes en el acceso al sistema de salud y educación, lo que ha generado un intenso debate sobre los derechos de los ciudadanos nacionales frente a los migrantes.

El informe en la Comisión de Gobierno Interior del Senado señala que se establecerá un proceso de enrolamiento en el Registro Civil para las personas en situación irregular al momento de solicitar servicios, garantizando así su identificación.

La diputada del Frente Amplio, Lorena Fries, ha expresado la necesidad de que el Senado realice un examen detallado sobre los aspectos críticos del proyecto, a fin de evitar problemas constitucionales. No obstante, ha instado a que el proceso de tramitación sea rápido para no dilatar la implementación de la ley.

Por su parte, el diputado independiente Rubén Oyarzo también ha instado a la Comisión de Gobierno del Senado a dar un tratamiento urgente a la Ley de Migraciones, lo que refleja el creciente consenso sobre la importancia de avanzar en esta materia.

El senador Esteban Velásquez, de la FRVS, ha hecho un llamado a ser realistas sobre la capacidad de expulsar a un gran número de migrantes, señalando que medidas como el cierre de fronteras no son viables.

Desde el lado opuesto, la senadora Luz Ebensperger, de la UDI, ha sostenido que el problema migratorio no se resolverá con regularizaciones, sino con expulsiones o la reorientación de quienes ingresan clandestinamente al país.

A pesar de la presión por avanzar, la iniciativa sigue en manos de la Comisión de Gobierno del Senado, que no ha programado sesiones hasta después del Año Nuevo, lo que ha generado preocupación sobre el futuro de la ley y su impacto en la actual crisis migratoria.