Más del 40% de las mujeres en la fuerza laboral son madres, y muchas de ellas son el único sostén de la familia, según el Departamento del Trabajo. A pesar de ser quienes lideran sus hogares, las mujeres enfrentan estigmas constantes que socavan su bienestar. Si trabajamos demasiado, se nos etiqueta como ausentes; si priorizamos la crianza de nuestros hijos, se nos critica y se nos exige por no ser ‘suficientes’ en el ámbito profesional.

Además, la desigualdad en los salarios y la falta de apoyo en la forma de políticas que respalden la conciliación de la vida laboral y familiar siguen siendo problemas apremiantes. En un mundo ideal, se implementaría un sistema que no solo respete las decisiones de las mujeres, sino que también promueva su bienestar integral, otorgando licencia de maternidad extendida y acceso a guarderías asequibles.

Es fundamental crear un ambiente laboral que valore y reconozca el trabajo de las mujeres, no solo por lo que aportan al mercado, sino también por su invaluable papel en la sociedad como madres y cuidadoras. ¡Unámonos para exigir cambios y construir un futuro más justo!