La Universidad de Chile ha estado en el centro de la atención en la última semana, especialmente en lo que respecta a nuevas incorporaciones para su plantilla. En un período de entusiasmo, se han confirmado dos fichajes: Nicolás Fernández y Javier Altamirano.

El director técnico Gustavo Álvarez también cuenta con Rodrigo Contreras, quien llega tras una destacada temporada en Everton de Viña del Mar y busca afianzarse en el fútbol chileno con la camiseta de la U.

Sin embargo, la gran búsqueda de la directiva azul sigue centrada en encontrar un goleador estrella, ya que se han mantenido conversaciones para traer a dos delanteros que fortalezcan la posición ante la inminente Copa Libertadores.

Uno de los nombres más mencionados es el uruguayo Octavio Rivero, quien está en el punto de mira de la directiva estudiantil. A pesar de las negociaciones en curso y las ofertas realizadas, la llegada de Rivero se ha vuelto una obsesión para los azules.

Pero ¿qué ocurrirá si las negociaciones fallan? Actualmente hay dos delanteros a la espera. Uno de ellos es Ignacio Jeraldino, atacante de Audax Italiano, quien ha manifestado su interés en unirse al Club y podría ser considerado incluso si se concretan fichajes de delanteros extranjeros. La expectativa es alta, y Jeraldino podría convertirse en un oro en polvo para el equipo.

El otro delantero es un misterio. Desde el CDA se han mantenido en silencio absoluto sobre su identidad, pero hay rumores de que se trata de un jugador que podría romper el mercado chileno. ¿Quién será este fichaje sorpresa?

Los días son cruciales para la Universidad de Chile y sus aficionados, que esperan ansiosos la llegada de su nuevo centro delantero. Esta semana también marca el cumpleaños de Octavio Rivero, que celebra 33 años. El club Barcelona de Guayaquil lo felicitó en sus redes sociales, lo que ha generado reacciones variadas, desde quienes piden su salida hasta los hinchas que mencionan a la U en tono de burla.

Con el reloj corriendo, la U necesita resolver rápidamente su situación ofensiva o arriesgarse a una temporada complicada. Mantente alerta, porque en el fútbol, cada instante cuenta y los cambios radiales pueden suceder de un momento a otro.