Introducción

A finales del siglo XX, dos veterinarios y epidemiólogos, James Steele y Calvin Schwabe, introdujeron el concepto de "Una Medicina", que posteriormente evolucionó hacia "Una Salud". Este importante enfoque fue formalmente definido en 2004 durante una conferencia de la Wildlife Conservation Society (WCS), donde se establecieron los 12 principios de Manhattan. Estos principios destacan la interconexión entre la salud humana, animal y ambiental, advirtiendo sobre la urgente necesidad de abordar la pérdida de biodiversidad y proteger a las comunidades, ya que ignorar estas relaciones podría desembocar en pérdidas económicas y de recursos alimentarios globalmente.

Plan de acción global

Desde 2022, un ambicioso plan de acción para Una Salud es impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Esta colaboración ha facilitado el fortalecimiento de capacidades y la creación de mecanismos de vigilancia de enfermedades, así como la integración de políticas globales. No obstante, aún enfrentamos numerosos desafíos: la resistencia a los antimicrobianos, la prevención de enfermedades zoonóticas y la seguridad alimentaria son solo algunos de los problemas que requieren nuestra atención urgente.

Importancia del enfoque colaborativo

¿Te has preguntado por qué el concepto de Una Salud es tan relevante en los tiempos que corren? La respuesta está en que vivimos en un mundo complejo, lleno de interacciones que exigen un enfoque colaborativo. Los médicos, biólogos, ecólogos, ingenieros y veterinarios debemos dejar de trabajar de manera aislada. La pandemia de COVID-19 nos enseñó una lección esencial sobre la importancia de la cooperación interdisciplinaria, una lección que se repite en la lucha actual contra la influenza aviar y la rabia en varios países.

Ampliando el enfoque hacia el bienestar

Sin embargo, el enfoque de Una Salud podría no ser suficiente en sí mismo. Desde 2016, la OMSA ha promovido el concepto de Un Bienestar, que aclara la interdependencia entre el bienestar humano, animal y ambiental. Esta visión nos urge a ampliar nuestro enfoque hacia la sostenibilidad. Por ejemplo, el abandono de animales de compañía no solo afecta su bienestar, sino que también tiene catástrofes significativas para la fauna silvestre y la ganadería, lo que provoca pérdidas económicas y daños irreparables a la biodiversidad. Además, se han documentado vínculos entre el maltrato animal y la violencia doméstica, ya que el abuso animal es una de las facetas más evidentes de este problema, así como prácticas ganaderas inadecuadas que afectan la seguridad alimentaria.

Desafíos del cambio climático

Además, el cambio climático representa uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos en la actualidad, exacerbando la vulnerabilidad de muchas especies y los recursos que necesitamos para sobrevivir. Es crucial que tomemos acciones globales para mitigar estos efectos y promover prácticas sostenibles en todos los sectores.

Conclusiones

En conclusión, abrazar el concepto de Una Salud y, por extensión, el de Un Bienestar no es solo una cuestión de salud, sino una responsabilidad compartida hacia el futuro de nuestro planeta. La colaboración y la comprensión de las interrelaciones entre la salud humana, animal y ambiental son fundamentales para asegurar un mundo más justo y sostenible para las generaciones venideras. Al final del día, cuidar de nuestro entorno es cuidar de nosotros mismos y de nuestro futuro colectivo. ¡Es hora de actuar juntos!