
Una anomalía cósmica desata temores sobre el futuro de la Vía Láctea
2025-03-21
Autor: Martina
MADRID, 21 de marzo. - Un inquietante descubrimiento revela un posible futuro sombrío para nuestra galaxia, la Vía Láctea, gracias a una anomalía cósmica que pone en cuestión nuestra comprensión del universo.
Un equipo internacional de astrónomos, encabezado por la Universidad CHRIST de Bangalore, ha identificado una gigantesca galaxia espiral, localizada a casi mil millones de años luz de la Tierra. En su núcleo, alberga un agujero negro supermasivo cuya masa es miles de millones de veces mayor que la del Sol y que genera enormes chorros de radio que se extienden a lo largo de seis millones de años luz.
Este hallazgo no sólo es uno de los mayores conocidos en galaxias espirales, sino que también desafía la concepción tradicional de la evolución galáctica; previamente se pensaba que estos potentes chorros eran exclusividad de las galaxias elípticas.
El descubrimiento sugiere que nuestra Vía Láctea podría estar en camino de producir chorros similares en un futuro, con radiaciones de rayos cósmicos, gamma y X, que podrían tener efectos devastadores en nuestro sistema solar, incrementando la radiación y potencialmente causando una extinción masiva en la Tierra.
REVISANDO LA EVOLUCIÓN DE LAS GALAXIAS
"Este descubrimiento es más que una mera curiosidad: nos obliga a reconsiderar cómo evolucionan las galaxias y cómo los agujeros negros supermasivos influyen en sus entornos", explicó el autor principal, el profesor Joydeep Bagchi de la Universidad CHRIST.
Si una galaxia espiral puede no solo sobrevivir, sino prosperar en condiciones tan extremas, ¿qué implicaciones tendría esto para el futuro de la Vía Láctea? ¿Podríamos enfrentar algún día fenómenos de alta energía con consecuencias graves para la vida en nuestro planeta?
El estudio, publicado en los *Monthly Notices of the Royal Astronomical Society*, llevó a los investigadores a desentrañar la estructura de la galaxia espiral 2MASX J23453268-0449256, que tiene tres veces el tamaño de la Vía Láctea.
A través de observaciones con el Telescopio Espacial Hubble, el Radiotelescopio Gigante de Ondas Metrales y el Atacama Large Millimeter Wave Array, se confirmaron la existencia de un enorme agujero negro supermasivo y chorros de radio colosales, un fenómeno extremadamente raro en galaxias espirales.
Tradicionalmente, se pensaba que la intensa actividad generada por estos chorros alteraría gravemente la estructura de una galaxia espiral. Sin embargo, la galaxia 2MASX J23453268-0449256 ha mantenido una notable estabilidad con brazos espirales perfectamente definidos.
Además, esta galaxia está rodeada de un amplio halo de gas caliente que emite rayos X, lo cual ofrece información vital sobre su historia. Aunque el halo se enfría lentamente, los chorros del agujero negro actúan como un horno cósmico, impidiendo que se formen nuevas estrellas a pesar de la abundancia de material estelar.
COMPARACIONES CON NUESTRA GALAXIA
En el núcleo de la Vía Láctea reside un agujero negro de 4 millones de masas solares, conocido como Sagitario A*, que en este momento está en un estado inactivo. Pero esto podría cambiar si una nube de gas, una estrella o una pequeña galaxia enana fuera absorbida por él, lo que podría desencadenar una actividad de chorros significativa.
Si Sagitario A* generara chorros masivos, el impacto en la Tierra dependería de la intensidad y la dirección de estos, pudiendo erosionar atmósferas planetarias, dañar el ADN o incluso desestabilizar nuestra capa de ozono, con el potencial para causar una extinción masiva.
Los astrónomos creen que la Vía Láctea pudo haber tenido chorros de radio en el pasado, y aunque puede que los genere nuevamente en el futuro, no pueden especificar cuándo sucederá, ya que depende de múltiples factores.
MATERIA OSCURA EN JUEGO
Por si fuera poco, los investigadores también hallaron que 2MASX J23453268-0449256 contiene diez veces más materia oscura que la Vía Láctea, esencial para la estabilidad de su disco rotatorio.
Al revelar un equilibrio sin precedentes entre materia oscura, actividad de agujeros negros y estructura galáctica, este estudio abre nuevas fronteras en astrofísica y cosmología. Comprender estas galaxias raras puede dar pistas cruciales sobre las fuerzas invisibles que rigen nuestro universo, incluyendo la naturaleza de la materia oscura y el destino a largo plazo de las galaxias.