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¿Un gendarme argentino como "espía de Milei"? Lo que realmente oculta la detención en Venezuela

2024-12-21

Autor: Benjamín

Desde el 8 de diciembre no se tiene noticia del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, de 33 años. Este joven partió de Mendoza hacia Colombia, con el propósito de visitar a su esposa y su hijo de 2 años en Venezuela durante sus vacaciones. Sin embargo, al cruzar la frontera, logró enviar un mensaje a su familia informando que había sido secuestrado.

La detención de Gallo ha disparado la tensión entre el gobierno argentino, bajo el liderazgo de Javier Milei, y el régimen de Nicolás Maduro, quien ha etiquetado al presidente argentino como un "malparido nazi fascista" y "vendepatria". Desde que Milei denunció el fraude electoral en las elecciones de julio y reconoció a Edmundo González Urrutia como el verdadero ganador, Maduro ha intensificado su ataque hacia Argentina, llegando incluso a expulsar al personal diplomático argentino en Venezuela.

Mientras el gobierno de Argentina trabaja en la liberación del gendarme, la situación se complica. La embajada argentina en Caracas ha estado asediada por las fuerzas socialistas, quienes acusan a Gallo de ser un "espía" al servicio de Milei, algo que parece infundado y que Gallo niega rotundamente.

El ministro venezolano Diosdado Cabello insinuó que Gallo había llegado a Venezuela con malas intenciones, cuestionando su forma de vida en Argentina, donde los salarios son notablemente bajos. Sin embargo, la familia de Gallo sostiene que su viaje a Venezuela fue completamente legítimo y no tenía ninguna relación con espionaje.

Nahuel, originario de Catamarca pero residente en Mendoza, se encontraba de licencia anual durante su viaje autorizado por la Gendarmería Nacional. Su esposa, María Alexandra Gómez, también ha defendido su inocencia, enfatizando que son personas trabajadoras que solo querían disfrutar del tiempo en familia.

La última comunicación de Gallo con su familia se produjo el 9 de diciembre, antes de ser detenido por las autoridades venezolanas en San Antonio del Táchira. Desde entonces, su situación ha suscitado un gran revuelo en medios de comunicación argentinos.

El presidente Milei ha calificado a Maduro de "dictador criminal" y ha prometido hacer todo lo posible para lograr la liberación de Gallo. Se han explorado diversas rutas diplomáticas, incluyendo la búsqueda de mediación por parte del gobierno brasileño de Lula da Silva.

Curiosamente, la familia de Gallo también ha apelado al papa Francisco, solicitando su intervención. Por otro lado, se han mencionado vínculos entre la administración de Milei y el kirchnerismo, sugiriendo que Cristina Kirchner podría jugar un papel en la resolución de esta crisis, dado su histórico acercamiento a los gobiernos de Chávez y Maduro.

Mientras tanto, se ha revelado que Caracas podría estar buscando un intercambio diplomático, sugiriendo que podrían liberar a Gallo a cambio de la liberación de Milagro Sala, una dirigente social con vínculos con el kirchnerismo, condenada por corrupción. Este intercambio ha sido visto con recelo por muchos, dado el controvertido apoyo de Sala al régimen de Maduro.

La situación de Gallo es un recordatorio de la tensión política en América Latina y cómo los conflictos diplomáticos pueden tener consecuencias humanas graves. Aún queda un largo camino por recorrer para industrializar una solución pacífica, y el tiempo corre en contra de la familia Gallo.