Según el reciente ranking de Taste Atlas, Nicaragua ha sido calificada como la cocina menos apreciada del mundo, ocupando el puesto 100 de las 100 mejores cocinas a nivel global. Este informe destaca que la puntuación total de la gastronomía nicaragüense es de apenas 3,86, lo cual ha generado revuelo entre los foodies y amantes de la comida en América Latina.

Taste Atlas, conocido por su enfoque en catalogar y promover la gastronomía a nivel mundial, ha destacado también que, a pesar de la posición de Nicaragua, otras naciones latinoamericanas como México brillan con su rica y variada cocina. México se posiciona en el tercer lugar a nivel global, resaltando la importancia de platos icónicos como los tacos, el mole y el ceviche.

La cocina nicaragüense, quemada en la última posición, tiene platos tradicionales que merecen reconocimiento, como el famoso Pastel de Tres Leches, el Gallo Pinto y el Vaho. Sin embargo, estos no fueron suficientes para mejorar su calificación global.

Los peores en el ranking global: Las cocinas que cierran la lista son: 1. Nicaragua (100), 2. Lao (99), 3. Nigeria (98), 4. Bolivia (97), y 5. Albania (96). Este ranking ha desatado debates efervescentes entre los gastronomistas y ha llevado a muchos a cuestionar los criterios usados por Taste Atlas para evaluar las distintas cocinas.

Un punto de interés es que el plato considerado el menos apreciado en Sudamérica es el Coxão Duro de Brasil, recibido con una calificación de 1.3 sobre 5. Este corte de carne es conocido por su textura dura, lo que contrasta fuertemente con la suavidad de otros cortes más reconocidos como la Picanha. Estos puntos han llevado a muchos a pensar que las calificaciones pueden no reflejar con precisión la calidad de la experiencia culinaria en cada país.

A pesar de estos resultados desafiantes para Nicaragua, el potencial gastronómico del país sigue siendo evidente, y muchos chefs locales están trabajando para resaltar la autenticidad y el sabor de su cocina en el panorama internacional. Esta evaluación también podría ser una oportunidad para que Nicaragua reevalúe sus tradiciones culinarias y busque innovaciones que podrían atraer la atención del mundo.

Por otro lado, el éxito de México y su entrada triunfal en las cocinas más calificadas resalta cómo las influencias y las prácticas culinarias en la región pueden variar enormemente. Con la gastronomía mexicana reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el desafío está en cómo Nicaragua y otros países pueden aprender de las estrategias exitosas para revigorizar su propia cocina.

Esta controversia ciertamente despierta la curiosidad y el deseo de explorar no solo las mejores, sino también las menos reconocidas cocinas del mundo, y podría ser la clave para la evolución de su identidad culinaria.