El ducado de Luxemburgo se encuentra de luto tras el inesperado fallecimiento del joven Príncipe Frederik, quien murió a la edad de 24 años. Hijo del Príncipe Roberto de Luxemburgo y la Princesa Julie de Nassau, su partida ha dejado un vacío irremplazable en la familia real y en el corazón de sus súbditos.

La noticia fue compartida de manera conmovedora por su primo, el Gran Duque Enrique, quien se unió al duelo que embarga a la nación. La causa de su muerte fue una enfermedad mitocondrial hereditaria relacionada con el gen POLG, que afecta a millones de personas en todo el mundo. Esta patología, que estuvo presente en su vida desde los 14 años, es complicada de diagnosticar y no posee cura, lo que la convierte en un verdadero desafío para quienes la padecen.

La enfermedad POLG se puede describir como tener una 'batería defectuosa', lo que significa que el cuerpo no puede generar suficiente energía para funcionar de manera óptima. Esto se traduce en una serie de síntomas debilitantes que afectan diversas funciones del organismo.

Un Despedida Emotiva

La familia real, aunque enfrentó la pérdida el 1 de marzo, ha decidido revelar detalles sobre su despedida en un emotivo comunicado publicado en la página de la Fundación POLG, organización que Frederik fundó para concienciar sobre esta enfermedad. En su perfil oficial de Instagram, donde cuenta con casi 30,000 seguidores, compartieron fotografías y palabras de despedida profundamente emotivas.

"Con gran tristeza, queremos informarles del fallecimiento de nuestro querido hijo, Frederik, quien fue un líder y fuente de inspiración para otros", comienza el mensaje. El 28 de febrero, coincidiendo con el Día de las Enfermedades Raras, Frederik reunió fuerzas para despedirse de cada uno de sus seres queridos. Sus últimas palabras fueron un testimonio de su valentía y carácter, siempre lleno de humor, incluso en sus momentos finales.

Uno de los momentos más desgarradores ocurrió cuando le preguntó a su padre: "Papá, ¿estás orgulloso de mí?" Esta simple pero poderosa pregunta resonó profundamente entre sus seres queridos, dejando en claro que, a pesar de su lucha, había dejado una huella duradera.

Un Legado que Trasciende

Más allá de un simple anuncio de su fallecimiento, la carta de la familia es un homenaje al espíritu indomable de Frederik. Sus padres afirman: "Frederik es y siempre será nuestro héroe, y su legado vive a través de la Fundación POLG, donde continúa inspirando a muchos en todo el mundo. Descansa en paz, dulce Frederik, tu luz nunca se apagará."

La muerte del Príncipe Frederik no solo ha conmocionado a Luxemburgo, sino que ha llamado la atención sobre la lucha contra las enfermedades raras, un tema que necesita más visibilidad en nuestra sociedad. Con cada historia compartida, la esperanza crece y se fortalece la lucha por un futuro libre de enfermedades sin cura.