Argentina ha elevado la voz contra Chile mediante una nota de protesta enviada desde la Casa Rosada al Edificio Carrera. Este llamado de atención ocurre después de un incidente alarmante el pasado viernes, cuando un helicóptero del Ejército chileno cruzó de manera no autorizada 822 metros dentro del territorio argentino, específicamente en las cercanías del Paso Internacional Roballos, que une la Región de Aysén con la provincia de Santa Cruz en Argentina.

El helicóptero era parte de una misión que, por razones aún no esclarecidas, llevó a una tripulación de cinco efectivos, incluido el general de brigada Enrique del Fierro Lucar, comandante de la Cuarta División del Ejército chileno, a cruzar la frontera. Este acto no solo puso en riesgo la soberanía territorial de Argentina, sino que también reavivó tensiones que parecían haber empezado a calmarse.

Según informes de fuentes diplomáticas, la Gendarmería Nacional detectó la intrusión y se dirigió de manera informal a Carabineros del Retén Entrada Baker (F), para notificar sobre el vuelo sospechoso del helicóptero. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa argentino se movilizó rápidamente para gestionar la situación con su cancillería, exigiendo explicaciones y garantizando que tales incidentes no se repitan.

La noticia de esta violación se ha propagado rápidamente, siendo reportada por medios en ambos países y generando un clima de incertidumbre. El gobierno chileno, a través de su Ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, ha señalado que se están recoger antecedentes para ofrecer una respuesta formal a la solicitud de Argentina.

Este acontecimiento se produce en un contexto de creciente fricción entre los gobiernos de Javier Milei y Gabriel Boric, marcado por declaraciones poco conciliadoras y desacuerdos económicos. La reciente retórica política ha dañado la posibilidad de una cooperación efectiva entre las naciones.

El Paso Internacional Roballos, una zona estratégica en la frontera sur, ha sido históricamente un punto álgido de disputas, además de ser un territorio vasto y remoto que requiere vigilancia constante. La presencia reforzada de patrullas militares en el área se justifica por la necesidad de asegurar un espacio donde las tensiones son comunes. Este incidente no solo pone en evidencia la fragilidad de las relaciones bilaterales, sino que también podría tener repercusiones significativas en el futuro de la cooperación y la diplomacia entre Argentina y Chile.