La Fiscalía Metropolitana Oriente ha decidido abrir una nueva investigación después de que exfuncionarios de la Municipalidad de El Quisco revelaran irregularidades en la elaboración de un informe médico para el hijo de Cathy Barriga y Joaquín Lavín. Según testimonios obtenidos por Reportajes T13, se alega que el diagnóstico fue realizado de manera ilícita en un centro público de atención.

Leticia Verdugo, jefa del Centro de Neurodesarrollo de la Municipalidad de El Quisco, presuntamente contactó a empleados del centro para que elaboraran un informe médico a cambio de un pago. Este escándalo ha capturado la atención de la fiscalía y del público, ya que podría implicar el uso indebido de recursos públicos.

"Me dijo que si quería ganar un dinero, a lo que respondí '¿haciendo qué?'. Entonces, mencionó que era algo discreto y que no debía salir de ahí", relató Carla, una extrabajadora del centro, en una entrevista exclusiva.

La solicitud de este informe diagnóstico, que tiene un trasfondo bastante oscuro, coincide con el período crítico para Barriga, quien enfrenta un proceso judicial. Ella había pasado por una serie de controversias y acusaciones durante su mandato.

Los detalles sobre este informe son cada vez más turbadores. ¿Por qué se necesitaba especificar que el niño había sido atendido desde hacía seis meses? ¿Qué otros problemas podrían surgir de estas prácticas? La noticia ha generado un gran revuelo en las redes y medios de comunicación, donde la opinión pública se pregunta cómo se han manejado los recursos en el municipio.

La fiscal Constanza Encina, que lleva el caso, subrayó la gravedad de la situación diciendo: "Estamos hablando de un posible antecedente falso que podría haberse introducido en un proceso judicial. La credibilidad del sistema se encuentra en juego".

El 9 de enero de 2024, tan solo una semana antes de la formalización de cargos contra Cathy Barriga, un mensaje fue enviado que reveló las intenciones de Verdugo. "Holi. ¿Te quieres ganar 50 lucas? Es un informe corto para el hijo de Cathy Barriga. Probablemente ella quiera que lo sigas atendiendo", decía el mensaje.

Carla se encontraba en una encrucijada y, pese a sentirse presionada, rechazó participar en el arreglo. "La jefa usó sus técnicas de manipulación, insistiendo en que lo hiciera por el niño y no por Cathy Barriga", expresó.

Esta situación ha levantado muchas preguntas no solo sobre la ética de los funcionarios involucrados, sino también sobre el manejo de los servicios de salud pública en Chile. La sociedad espera respuestas claras en las próximas semanas, y cómo este escándalo podría afectar a otros funcionarios públicos y a la exalcaldesa misma. La demanda de mayor transparencia en la administración pública es más fuerte que nunca.