Este martes, las autoridades de Taiwán llevaron a cabo un despliegue de barcos patrulleros en respuesta a las recientes "amenazas" de la Guardia Costera china, que había anunciado un programa de simulacros de "inspección e interceptación" alrededor de la isla.

La Administración de la Guardia Costera (CGA) de Taiwán informó que detectó varias embarcaciones chinas navegando por el área de la isla Dongyin, perteneciente al archipiélago de Matsu. En un incidente sorprendente, a las 6:49 hora local, una unidad de patrullaje costero interceptó a un hombre de nacionalidad china que intentaba ingresar ilegalmente a la isla a bordo de una lancha neumática. Este individuo fue detenido y trasladado para una investigación más exhaustiva.

En respuesta a los movimientos provocativos de China, la CGA desplegó "inmediatamente" múltiples patrulleros para enfrentar a las embarcaciones chinas 14607 y 14517 que se aproximaban a las "aguas restringidas" de Taiwán. Alrededor de las 8:00, se registró un cruce de cuatro barcos de la Guardia Costera china cerca de la isla Xiyin y Wuqiu, lo que llevó al envío de más embarcaciones taiwanesas en un intento de repeler la amenaza.

Un comunicado oficial destacó que se activó un centro de respuesta de emergencia y se coordinó con el Ministerio de Defensa Nacional para mantener una vigilancia conjunta. El comunicado también hizo un llamado a la ciudadanía para que se mantenga calmada en medio de esta tensión creciente. La CGA asegura estar "al tanto de la situación y completamente preparada para responder" a estos últimos ensayos chinos, destacando la importancia de defender la soberanía nacional y la seguridad marítima.

La CGA no dudó en advertir a China sobre las repercusiones de sus actos, indicando que estos solo dañan aún más su imagen internacional, y pidiendo a Pekín que detenga estas acciones provocativas y vuelva a la normalidad. Este incidente ocurre en un contexto de creciente militarización, con el Ejército chino también realizando maniobras alrededor de Taiwán, mostrando una clara señal de poder y represalia.

Además, el portavoz de la Subdivisión del Mar de China Oriental de la Guardia Costera de China, Zhu Anqing, también comunicó que estas maniobras sirven como una práctica de control bajo el "principio de una sola China", donde Pekín considera a Taiwán como parte de su territorio.

No cabe duda de que la tensión entre China y Taiwán ha alcanzado niveles alarmantes, con el presidente taiwanés, William Lai, emitiendo un discurso contundente en el que calificó a Pekín por primera vez como una "fuerza externa hostil". Mientras esta situación continúa desarrollándose, los ojos del mundo permanecen atentos a un posible desenlace en esta delicada cuestión geopolítica.