Susana Alonso reside en la hermosa ciudad de Castro Urdiales, en Cantabria. Este entorno natural no solo la inspira, sino que también le ha servido de escenario para desarrollar su pasión por los animales. Es educadora canina y gestiona una protectora de animales, lo que le permite combinar su amor por las mascotas con su formación académica en psicología.

Gracias a su formación, Susana desentraña el funcionamiento de los mecanismos mentales tanto en personas como en perros. Ella afirma: 'El estudio de la psicología me ha permitido evidenciar afinidades entre nuestra psique y la de los perros, especialmente en el ámbito emocional. La amígdala tiene un papel fundamental en ambos, derivando en emociones que influyen en nuestro comportamiento.'

Su método de educación canina se aparta de las técnicas tradicionales, que suelen ser rígidas y punitivas. Promueve un enfoque más respetuoso y amable: 'La educación que propongo carece de castigos y violencia innecesaria, ya que estos métodos no llevan a resultados positivos. El respeto y el entendimiento son clave.'

Susana realiza sesiones tanto a domicilio como en entornos controlados, abordando problemas comunes como la reactividad. 'A menudo, los perros muestran comportamientos agresivos por miedo o inseguridad derivados de traumas. Mi enfoque se centra en comprender cada comportamiento en profundidad, porque muchas veces el problema es más complejo de lo que aparenta.'

Uno de los datos más impactantes que comparte es la similitud entre los cerebros de perros y humanos: 'El cerebro de un perro y el de un ser humano son increíblemente parecidos. En lugar de corregir conductas, busco entender las causas detrás de cada comportamiento, analizando las experiencias pasadas de cada animal.'

Susana desarrolla lo que ella llama la Teoría de las Cuatro Patas: 'Para conocer a un perro de verdad, es esencial comprender su raza, edad, entorno familiar y experiencias vividas. Cuantas más herramientas tengamos para gestionarlas, mejor podremos ayudarles.' Despega el mito de que los perros son seres vengativos, resaltando que, a diferencia de los humanos, no sienten deseo de venganza. Sin embargo, experimentan celos e inseguridades, comportamientos muy humanoides que revelan su sensibilidad emocional.

Con su vasta experiencia, ha aprendido que cuanto más problematico es el comportamiento de un animal, más necesita ayuda. 'Un perro violento no es más que una señal de alarma; refleja su malestar interno.' Esta conclusión es un faro de esperanza para muchas familias que enfrentan problemas con sus mascotas.

Susana comparte su vida con Punkie, un mestizo de mastín y Border Collie. 'Hace unos meses, la relación con Punkie era complicada. Fue rescatado por mi pareja, Fran, y había pasado por múltiples abandonos, lo cual lo dejó emocionalmente destrozado. Tenía un gran miedo a las personas y no podía aceptar ni que me acercara.' Sin embargo, gracias a su dedicación y cariño, ahora tienen una convivencia armónica: 'He logrado ganarle la confianza, y hoy en día, ¡dormimos juntos!'

La experiencia y la sabiduría de Susana subrayan la importancia de la empatía y la compasión en la relación con nuestras mascotas. Su trabajo demuestra que, al igual que los humanos, los perros son seres sensibles que necesitan comprensión y amor para sanar sus heridas. Si alguna vez has tenido dudas sobre la mente de tu perro, Susana Alonso es la experta a la que deberías acudir.