El conmovedor adiós se llevó a cabo en la Parroquia San Francisco de Sales en la comuna de Vitacura, donde además de amigos y familiares, se encontraban presentes figuras emotivas, como Rotoniño, el caballo favorito de Rodrigo González.

El trágico suceso ocurrió en la madrugada del 12 de marzo, cuando dos adultos mayores fueron brutalmente asesinados en su hogar en Graneros, en la región de O'Higgins. A las 03:30 de la mañana, uno de ellos logró llamar al 133 para informar que estaba siendo víctima de un ataque armado. Sin embargo, tras las intentos de las autoridades por establecer contacto nuevamente, fue solo después de una hora que los Carabineros finalmente localizaron el lugar, encontrando a Rodrigo González y Carolina Calleja sin vida, con múltiples impactos de bala. Era una pareja conocida en su comunidad por ser propietarios de una exitosa empresa agrícola.

La atmósfera del adiós fue de profunda tristeza, ya que el caso ha conmocionado a todo el país, generando una gran ola de solidaridad y luto. La ceremonia fue multitudinaria, reflejando el impacto que la tragedia tuvo en la comunidad.

Durante la emotiva despedida, los hijos de la pareja compartieron conmovedores discursos para recordar a sus padres. Rosario, de 27 años, destacó la complejidad de su relación con ellos, expresando que le resultó difícil entenderlos a lo largo de los años, pero que su amor pleno lo sobrepasó todo.

"A mí, pucha que me costó años entenderlo, o tratar, porque nos parecíamos tanto en nuestra forma de ser. Cada uno llevado de sus ideas, mañosos, peleadores. Agotador en su forma de querernos", dijo, visiblemente afectada.

Rodrigo, de 22 años, fue quien tuvo la difícil tarea de recibir a las personas que acudieron a presentar sus condolencias. "Nunca pensé que me iba a tocar despedirlos así. Cuando recibí la llamada, se me partió el corazón en mil pedazos. Pero me quedo con lo que alcancé a aprender de ustedes", expresó. Recordó su último intercambio con su padre, quien le había aconsejado cuidar de su hermana y mantener un espíritu familiar fuerte y unido.

"Me enseñaste con el ejemplo que la familia se defiende hasta la muerte. Y así como tú lo hiciste por mi mamá, no tengo dudas de que lo harías por mi hermana. Ya nos veremos arriba para andar a caballos juntos y seguir soñando como lo hicimos siempre", concluyó Rodrigo, desbordando amor y tristeza en sus palabras.

Este caso no solo ha expuesto la vulnerabilidad de la comunidad, sino que también ha generado un llamado a la acción por parte de las autoridades para garantizar una mayor seguridad y protección a los ciudadanos en situaciones similares. La conmoción generada no se limita al dolor de la pérdida, sino a la urgentísima necesidad de erradicar la violencia en la sociedad.