La industria biotecnológica chilena ha dado un gran paso hacia la vanguardia de la salud global gracias a un innovador desarrollo en el tratamiento del cáncer.

Investigadores de la Universidad de La Frontera (UFRO) han conseguido una patente en Estados Unidos que protege por 20 años una tecnología revolucionaria, diseñada para la detección y tratamiento del cáncer mediante rayos X biomarcados con nanopartículas metálicas.

El sistema, conocido como COXIRIS (Sistema Confocal de Rayos-X de Ortovoltaje que Induce Radiación), no solo permite identificar tumores de manera eficaz, sino que también facilita su tratamiento simultáneamente. Este avance podría cambiar radicalmente la forma en que enfrentamos esta enfermedad devastadora.

El proceso inicia con la inyección de nanopartículas metálicas o una solución de oro en la sangre, las cuales se concentran específicamente en las células cancerígenas. Esto permite visualizar y atacar las áreas afectadas mediante radiación focalizada, reduciendo considerablemente el tiempo desde el diagnóstico hasta el tratamiento.

Rodolfo Figueroa, director del Centro de Excelencia en Física e Ingeniería en Salud de la UFRO, explicó que esta tecnología permite ejecutar tratamientos más precisos con una disminución notable de la toxicidad radiológica. “Incorporamos un preparado seguro que se une a los tumores a través de anticuerpos cancerígenos, permitiendo aplicar radiación de forma efectiva en la zona marcada”, declaró Figueroa.

Beneficios e Impacto Futuro

A diferencia de los tratamientos convencionales que requieren múltiples etapas entre el diagnóstico y la intervención, COXIRIS ofrece una solución inmediata gracias a su capacidad teranóstica, que combina diagnóstico y tratamiento en un solo paso. Esto no solo agiliza el proceso, sino que también minimiza los riesgos asociados al crecimiento y desplazamiento de los tumores durante los periodos de espera.

Las pruebas realizadas en modelos experimentales han mostrado que el sistema puede detectar anomalías a profundidades de entre cinco y siete centímetros, y los investigadores están trabajando para ampliar este rango a diez centímetros. Pronto comenzarán ensayos en animales pequeños, con la esperanza de avanzar hacia pruebas clínicas en humanos en un futuro cercano.

La obtención de esta patente no solo representa un respaldo a la innovación tecnológica, sino que también allana el camino para posibles transferencias tecnológicas en el competitivo mercado estadounidense. Los investigadores tienen la mira puesta en obtener patentes similares en Europa, con especial atención en países como España, Francia y Alemania, consolidando así a Chile como un líder en biotecnología aplicada a la salud.

Con esta revolucionaria innovación, el futuro de la lucha contra el cáncer se ve más prometedor, marcando un hito que podría transformar la vida de millones de personas en todo el mundo. ¡Estemos atentos a los próximos avances de esta groundbreaking tecnología!