Introducción

Hace unos días, el exconcejal de Chiguayante, Luis Ríos Melillán, se vio envuelto en un bochornoso incidente que terminó con su formalización por el delito de hurto. La acusación provino de su pareja, quien lo denunció luego de que supuestamente le robara un teléfono celular de su cartera.

Los Hechos

Ríos, quien ahora se desempeña como microempresario en una panadería local, alegó que el dispositivo, un iPhone 13 valorado en más de 600 mil pesos, era en realidad un préstamo que debería devolver a la municipalidad. Según declaraciones del exedil, el conflicto surgió durante una discusión con su pareja, quien se negó a devolverle el celular. Para recuperar el equipo, Ríos decidió ir a la casa de su pareja, admitiendo que su llegada no fue la más apropiada.

Detención y Proceso Judicial

La denuncia fue interpuesta a raíz del hecho, lo que llevó a que personal de Carabineros detuviera a Ríos, quien pasó la noche en la comisaría hasta su formalización. Durante el proceso judicial, el fiscal Alejandro Ali optó por no solicitar medidas cautelares en su contra, dejando que la situación se desarrolle en un periodo de investigación de tres meses decretado por el Juzgado de Garantía.

Consecuencias

La urgencia que Ríos expresó para recuperar el teléfono se debía a su naturaleza de propiedad municipal. Sin embargo, tras el deterioro del celular en cuestión, se le exigirá costear el daño a la Municipalidad de Chiguayante, que le ha ofrecido la opción de pagarlo en cuotas.

Reflexión Final

Este caso ha generado un gran revuelo en la localidad, dejando a muchos preguntándose cómo una situación tan personal puede tener repercusiones legales. Con el telón de fondo de una relación que parece haber llegado a un punto de quiebre, este escándalo revela otro capítulo en la tumultuosa vida de figuras políticas locales. ¿El amor y la legalidad pueden coexistir, o este es solo el principio de una serie de incidentes más complicados para el exconcejal?