ALICANTE. Este lunes, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la rectora de la Universidad de Alicante (UA), Amparo Navarro, mantuvieron una reunión en la sede del Consell, donde discutieron el futuro del grado de Medicina. Este encuentro se produjo en un contexto delicado después de que el Gobierno valenciano decidiera retirarse del litigio que la Universidad Miguel Hernández (UMH) había entablado en los tribunales contra la Generalitat, en relación a la autorización de los estudios de Medicina en 2022.

El Ejecutivo valenciano no solo se ha desmarcado del recurso, sino que ha solicitado la anulación parcial del decreto que aprobó el expresidente Ximo Puig, lo que ha desencadenado tensiones entre ambas universidades, generando incertidumbre sobre el futuro del grado. Sin embargo, Mazón ha reiterado en diversas ocasiones su compromiso de garantizar que los estudios de medicina en la UA permanecerán activos, independientemente de lo que decida el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Además, sigue con la propuesta de crear un campus conjunto donde la UMH y la UA compartirían el grado.

Tras más de dos horas de diálogo, tanto Mazón como Navarro expresaron su satisfacción con los resultados de la reunión, aunque optaron por no ofrecer detalles específicos. "Estoy contento con la reunión", afirmó el presidente del Consell, mientras la rectora Navarro expresó su "satisfacción" con el desarrollo del encuentro.

Antes de la reunión, Amparo Navarro manifestó una actitud optimista. "Vengo muy contenta a la reunión con el presidente de la Generalitat, que es la primera, y estoy convencida de que resolveremos esta situación". También destacó su apertura hacia las propuestas que Mazón pudiera tener.

Las diferencias entre la Generalitat y la UMH han girado en torno a tres puntos clave: la disponibilidad de docentes, el financiamiento y la realización de prácticas en hospitales. En particular, la cuestión de las prácticas ha sido un tema candente, alimentando el debate tras declaraciones del conseller de Educación y Universidades, José Antonio Rovira, y del propio Mazón, quien ha insinuado que las prácticas de los estudiantes de medicina de la UA podrían no estar completamente garantizadas. Cabe recordar que, en su momento, la Consellería de Sanidad no aprobó las prácticas de Medicina de la UA en hospitales reconocidos, lo que obligó a la universidad a asociarse con centros de gestión privada como los vinculados a Vinalopó y Torrevieja.

Este encuentro no solo marca un paso hacia la resolución de las tensiones actuales, sino que también podría definir el futuro de la formación de los futuros médicos en Alicante. La comunidad educativa y los estudiantes de Medicina están a la espera de los resultados de esta reunión, que podría cambiar el rumbo de la educación médica en la región.