Un nuevo estudio sugiere la posibilidad de civilizaciones industriales anteriores a la nuestra, abriendo ventanas al conocimiento científico.

Las películas y series de ciencia ficción siempre han tenido un papel crucial en la exploración de futuros posibles y en la reflexión de nuestra propia existencia. La intersección entre ciencia y ficción nos invita a imaginar el incógnito de nuestra historia planetaria, donde conceptos que parecían fantasiosos, como civilizaciones antediluvianas, pueden estar respaldados por hipótesis científicas. Este fenómeno ha cobrado relevancia con la reciente irrupción de la inteligencia artificial, una idea que visionarios como Isaac Asimov exploraron hace más de 70 años. Hoy, especialistas sugieren que, en un futuro, incluso podríamos contemplar la posibilidad de que la vida extraterrestre haya evolucionado en formas más avanzadas que nuestra tecnología actual, tal vez incluso en inteligencia artificial.

En 2018, un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge hizo eco de la denominada 'hipótesis siluriana', inspirada en la popular serie británica Doctor Who. Esta afirmación plantea una intrigante pregunta: ¿existió alguna vez una civilización avanzada antes de la humana? Además, si tal civilización dejó algún tipo de rastro, ¿podríamos detectarlo con nuestras herramientas científicas actuales?

El único ejemplo claro de civilización industrial en la Tierra somos nosotros, con apenas 300 años de historia tecnológica. Comparado con la edad de nuestro planeta, este periodo es insignificante. Esto nos lleva a preguntarnos: si alguna vez hubo una civilización alienígena con capacidad tecnológica hace millones de años, ¿realmente hallaríamos evidencias de su existencia? El registro fósil y geológico es limitado y no todos los rastros se conservan de la misma forma.

Pese a que los investigadores de Cambridge no afirman categóricamente la existencia de otra civilización, su trabajo se enfoca en explorar las posibilidades y la forma en que podríamos hallar pruebas de ello. Al final, investigar la hipótesis siluriana no solo resulta un ejercicio intelectual, sino una forma de entender mejor los procesos que han moldeado la historia de nuestro planeta. A medida que retrocedemos en el tiempo, la confiabilidad de los datos disminuye considerablemente.

Uno de los aspectos destacados en este estudio es la posibilidad de que una cultura avanzada hubiera tenido un impacto geológico tan sutil que sería difícil de detectar hoy en día. Si esa civilización hubiese sido sostenible y respetuosa con el medio ambiente, los rastros de la industrialización, como grandes construcciones o contaminación, serían mínimos, complicando su identificación en la actualidad.

Otro punto a considerar es la explotación de recursos energéticos, como la geotermia o el petróleo, que podrían haber provocado alteraciones en la tierra y el subsuelo, huellas que podrían ser detectables millones de años después. Sin embargo, los científicos consideran que es incierto que cualquier rastro se mantenga en el registro geológico durante decenas de millones de años.

Este tipo de investigación no busca respuestas definitivas, sino que fomenta la formulación de nuevas preguntas. Se convierte en un ejercicio valioso para comprender cómo se generan y desaparecen las evidencias en la Tierra y para proyectar futuros posibles. A veces, la ciencia ficción no solo nos entretiene, sino que también nos invita a explorar escenarios que, sin ella, podrían parecer inimaginables.

La reflexión de que podríamos no ser los primeros en tener una civilización avanzada en la Tierra es tanto un recordatorio de nuestra humildad ante el vasto tiempo de la historia planetaria como una advertencia sobre lo que podría significar nuestra propia extinción. Después de todo, el conocimiento y la curiosidad son nuestras mejores herramientas para garantizar que dejemos una huella positiva en el futuro.