En un giro impactante de los eventos, una oficial de la Policía Federal de Argentina, identificada como Micaela Garrido (29), fue arrestada tras ser acusada de adoptar el apodo de "viuda negra", un término asociado a mujeres que seducen a hombres con fines maliciosos para robarles. Esta modalidad delictiva ha comenzado a generar gran preocupación en la sociedad, evidenciando una faceta oscura dentro de las fuerzas de seguridad.

Durante el día, Garrido desempeñaba su labor en la comisaría de la terminal de ómnibus en Retiro, Buenos Aires. Sin embargo, al caer la noche, abandonaba su identidad como protectora de la comunidad para transformarse en una femme fatale, adoptando diferentes nombres de acuerdo a sus necesidades. En un evento particular el 14 de diciembre, utilizó el nombre de "Flor" en un salón bailable en Palermo, donde comenzaron los acontecimientos que llevarían a su eventual captura.

Acompañada por dos amigas, una pelirroja y otra rubia, Garrido fijó su objetivo en un hombre, quien rápidamente cayó bajo su encanto. Según el testimonio del afectado, luego de una animada salida, se retiró con "Flor" y sus amigas a su casa en Villa La Ñata, donde el ambiente se tornó festivo. Sin embargo, tras ingerir un vaso de vodka ofrecido por la amiga rubia, el hombre se sentía pronto abrumado por la resaca y pronto se quedó dormido, suponiendo que todo había quedado en diversión.

Sin embargo, al despertar a la tarde siguiente, se dio cuenta de que había caído en una trampa. Sus "conquistas" habían desaparecido junto con su billetera, su celular, su auto, y hasta sus preciadas guitarras eléctricas. Una pesadilla de la que difícilmente podía despertar.

Lo que realmente llevó a la captura de Garrido fue su propio descuido. Unos días después, un amigo del hombre le alertó sobre un anuncio que publicó en internet, donde dos guitarras eléctricas estaban a la venta bajo el nombre de usuario "Belleza de manos y pies Micaela". Este hallazgo encendió las alarmas, lo que llevó a la víctima a revivir los detalles de esa noche de desenfreno.

Los investigadores, al descubrir esta cuenta de Facebook vinculada a su hermana, comenzaron a unir los puntos. Además, el celular de Garrido fue localizado tanto en el lugar de los hechos como en la vivienda de su hermana en Villa Lugano, apuntalando la hipótesis delictiva. Curiosamente, el auto de la víctima fue encontrado a pocos metros de la casa donde la familia Garrido vivía.

Con toda esta evidencia, la justicia decidió procesar a Micaela Garrido por el delito de robo agravado en banda. La fiscalía agregó una agravante importante: su abuso de poder como oficial de policía, indicando que su posición representaba una traición a la institución que defendía.

Un dato adicional que sorprendió a los investigadores fue su actividad en TikTok, donde Garrido exhibía su figura, combinando sensualidad con alcohol, y ofrecía "regalos" a cambio de contribuciones. Aunque fue arrestada en la misma comisaría donde trabajaba, continuó recibiendo su salario hasta hace poco tiempo.

Ahora, Micaela Garrido se encuentra en la Unidad Penal N° 59 de Merlo, a la espera de un futuro incierto mientras enfrenta las consecuencias de su doble vida, que resultó ser un verdadero enredo imposible de desenredar.