Introducción

Patric Gagne, exterapeuta y autora de las memorias tituladas *Sociopata*, revela su experiencia única y fascinante al compartir la complejidad de la sociopatía y su conexión con la política actual. En una reciente entrevista, Gagne parafrasea a Jessica Rabbit cuando dice: “Yo no soy mala, es que me han dibujado así”, reflejando así su percepción de ser mal interpretada debido a su condición emocional.

Experiencias de vida y comprensión de la sociopatía

Ella revela sus propias experiencias de vida, que van desde enfrentarse a serios problemas de empatía hasta robar en su juventud. Gagne, quien es doctora en psicología clínica, argumenta que la sociópata, la psicópata y el trastorno de personalidad antisocial (TPA) están relacionados, pero no son lo mismo. Afirma que el término “sociopatía” no se usa en contextos clínicos recientes, pero busca fomentar la empatía hacia aquellos que viven con estos trastornos, señalando que los rasgos antisociales, a menudo malentendidos, son incluso considerados como características de fuerza en muchos líderes contemporáneos.

Atractivo de líderes antisociales

En la actualidad, se observa un creciente apoyo a líderes con características antisociales en diversas sociedades. Preguntada sobre este fenómeno, Gagne dice: “Los rasgos antisociales se confunden con fortaleza, y la gente se siente atraída por líderes que perciben como fuertes, aunque no siempre lo sean”. La psicóloga señala que esta percepción errónea puede resultar peligrosa, ya que estas figuras a menudo no muestran empatía, lo que puede llevar a decisiones que perjudican a la sociedad en general.

La importancia de la empatía

La autora enfatiza que la empatía es un rasgo necesario para la convivencia sana, y que las personas diagnosticadas con trastornos sociopáticos no son necesariamente incapaces de sentir emociones; simplemente las experimentan de manera diferente. De acuerdo con Gagne, muchos de estos individuos pueden aprender a entender y manejar emociones sociales si se les brinda la ayuda adecuada.

Límites emocionales en la política

A medida que el mundo se enfrenta a líderes cuyas acciones pueden ser vistas como sociopáticas, Gagne alerta sobre la necesidad de entender y debatir la importancia de los límites emocionales, tanto en la vida cotidiana como en la política. “El respeto y la amabilidad son lecciones que se aprenden en la infancia, pero la ira y la frustración del mundo actual suelen encontrar salidas poco saludables”, concluye.

Un llamado a la comprensión

Con su libro, Gagne quiere abrir un diálogo sobre estas condiciones, desafiando la noción de que los que no sienten como los demás son inherentemente “malos”. Si bien ella misma lucha con la empatía, sabe que reconocer las diferencias y aceptar las emociones de los demás juega un papel fundamental en la construcción de una sociedad más comprensiva. Gagne invita a reducir el estigma y promover la aceptación, subrayando que aunque no estemos de acuerdo, es vital mantener el respeto y la comprensión mutua.