
Orrego rechaza ser candidato presidencial y critica a Matthei por proponer la pena de muerte: "Es una estrategia electoral"
2025-03-17
Autor: Martina
El gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, ha reafirmado su decisión de no postularse a la presidencia de Chile, desestimando el interés del Partido Socialista por incluirlo en una posible primaria. En una reciente entrevista con CNN Chile Radio, Orrego dijo: "Mantengo mi decisión que ya he anunciado muchas veces sobre no ser candidato presidencial. No hay nada que me haya hecho cambiar de esa decisión en particular".
De esta manera, Orrego cierra la puerta a una carrera hacia La Moneda, a pesar de que el senador José Miguel Insulza ha mencionado que este fue un interés que se manifestó desde el entorno del PS. Vale recordar que Orrego ya intentó competir en una primaria en 2013, donde fue derrotado por Michelle Bachelet, quien eventualmente volvería a asumir la presidencia.
En el marco de esta conversación, el gobernador también se refirió al controvertido debate sobre la pena de muerte, tras las declaraciones de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien comentó tras un reciente crimen en Graneros que "sí debería aplicarse" esta medida. Orrego criticó la intención de reabrir este debate, considerándola una estrategia electoral, y añadió: "Lo que está haciendo Matthei es degradar un poco la política".
Asimismo, Orrego recordó que durante cuatro años, la alcaldesa se enfocó en el tema de seguridad en los matinales, y en un momento tan cercano a las primarias, resucita una medida que sabe que es inviable en el actual contexto nacional. Su posición resalta el creciente malestar entre los líderes políticos respecto a la instrumentalización de la política en tiempos electorales.
Por otro lado, se ha evidenciado un panorama en el que diversos sectores políticos están aprovechando la ola de inseguridad para impulsar su agenda, lo que ha llevado a un debate intenso en la sociedad. Sin embargo, analistas advierten que propuestas como la pena de muerte no sólo carecen de viabilidad legal, sino que también podrían dividir aún más a la opinión pública y desviar la atención de problemas más urgentes como la delincuencia, la pobreza y la educación.