La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, respondió a las críticas dirigidas tanto hacia ella como hacia la ministra del Interior, Carolina Tohá, en relación con la controversia que rodea el caso Monsalve. Orellana subrayó que las críticas son parte fundamental de la democracia y que cada persona tiene derecho a formar su propia opinión sobre las acciones del gobierno.

Aclaró que desde el Ministerio de la Mujer han actuado de acuerdo con el marco legal vigente y han dejado claro que no discriminan entre agresores ni entre víctimas, enfatizando la importancia de la igualdad de género en su labor. Esto es crucial en un contexto donde las mujeres a menudo enfrentan una carga adicional de escrutinio en situaciones de crisis.

En cuanto a la situación del imputado Monsalve, Orellana enfatizó su papel como parte del Ejecutivo, puntualizando que no le corresponde pronunciarse sobre los tiempos de la justicia, ya que tanto la investigación como las decisiones sobre formalizaciones corresponden al Ministerio Público y al Poder Judicial.

Además, en el marco del manejo del caso, se planteó la cuestión de si las críticas hacia Orellana y Tohá podrían estar influenciadas por su género. Orellana destacó lo curioso de que las principales figuras mencionadas en un caso tan grave sean dos mujeres que no están directamente implicadas como acusadas, lo que plantea cuestionamientos sobre el sexismo y la percepción pública en casos de esta naturaleza.

Por su parte, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, respaldó la labor de Orellana y Tohá, diciendo que ambas han sido víctimas de críticas injustas. Comentó que es lamentable que por un error cometido por un hombre en el que se está llevando a cabo una investigación, se intente responsabilizar políticamente a dos mujeres que han destacado en sus cargos.

Este incidente no solo pone de manifiesto los retos a los que se enfrentan las mujeres en posiciones de poder, sino que también resalta la necesidad de un análisis más profundo sobre el tratamiento mediático y social de las acusaciones de este tipo. La situación se convierte en un reflejo de las dinámicas de género que todavía persisten en diversos ámbitos de la sociedad.