La selección chilena se enfrenta este martes a Ecuador en un partido crucial que podría determinar su futuro en las Eliminatorias para la Copa del Mundo 2026. Una victoria mantendría viva la esperanza de clasificar, mientras que una derrota podría significar la tercera ausencia consecutiva del equipo en un Mundial, después de no haber asistido a Rusia 2018 y Qatar 2022.

El director técnico, Ricardo Gareca, ha calificado este encuentro como una ‘final’, destacando la importancia de no bajar los brazos ante la adversidad. "Lo único que resta es recuperarnos. La posibilidad está mañana. Conozco el fútbol y sé que siempre hay esperanza, siempre hay posibilidades", afirmó Gareca en rueda de prensa.

El exentrenador de la selección peruana también expresó su respeto por el desempeño de Ecuador, que actualmente se encuentra en la segunda posición de la tabla de eliminatorias sudamericanas: "Esperamos hacer un buen partido. Respetamos a Ecuador, pero debemos concentrarnos en nuestra misión de sumar puntos".

Uno de los temas más delicados en la conferencia de prensa fue la sensible baja de Alexis Sánchez. El histórico goleador ha sufrido una fatiga muscular y se perdió los últimos dos partidos de marzo. "Es lamentable no poder contar con él. Es un jugador consolidado y querido de todos. Esperamos que se recupere pronto y pueda regresar a su club", comentó Gareca.

Ante los rumores de que Sánchez podría haberse restado del partido tras enterarse de que no sería titular, Gareca defendió la profesionalidad del jugador: "No creo que eso haya ocurrido. Alexis siempre da el máximo, pero ahora no está al 100 por ciento. Nunca le he quitado la posibilidad de jugar, y no he percibido que no quiera estar con nosotros".

En cuanto a su propio futuro al mando de la selección, Gareca manifestó su deseo de continuar, aunque con cautela. "Lo que menos quiero es una situación incómoda. Estoy cómodo aquí y valoro todo lo que hay en el país y en el equipo. Sin embargo, quiero enfocarme en el partido de mañana y paso a paso", concluyó.

Con todo esto, la presión está sobre la Roja. Este encuentro podría ser decisivo, no solo para el futuro inmediato del equipo, sino para el espíritu de todo un país que sueña con volver a ver a su selección en un Mundial. ¡Que no se apague la esperanza!