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¡Misterio y horror en Australia! Condenan a mujer por envenenar a su familia con hongos mortales

2025-09-08

Autor: Sofía

Una cena trágica que acabó en desastre

Erin Patterson, una australiana de 50 años, ha sido condenada a cadena perpetua por asesinar con intención a tres miembros de su familia usando hongos mortales. El hecho, que ha conmocionado a Australia y al mundo, ocurrió durante un almuerzo aparentemente normal, que se convirtió en una escena de terror.

El menú fatídico y su origen secreto

El menú de aquel día incluyó filete de carne acompañado de hongos y verduras. Pero lo que nadie sabía era que estos hongos eran el temido amanita phalloides, un hongo conocido como el "hongo de la muerte", responsable del 90% de las muertes por intoxicación micotóxica.

Un plan envenenado

Según las autoridades, Erin invitó a su familia, entre ellos sus exsuegros y su tía, a compartir un almuerzo en su casa. Sin embargo, su verdadero plan era intoxicarlos. Después de la comida, tres de los cuatro comensales fallecieron tras ser hospitalizados por fallo hepático severo. Solo uno logró sobrevivir, pero no sin consecuencias.

El proceso judicial y el engaño desvelado

El juicio fue impactante. Durante más de dos meses, 50 testigos presentaron evidencia de la trama de Erin. En una maniobra desesperada, ella intentó hacerse la enferma y eliminó pruebas cruciales, incluso borrando información de su teléfono. Sin embargo, la justicia fue implacable. El jurado determinó que había actuado con intención de hacer daño.

Sentencia final

Al recibir su sentencia, que incluye 33 años sin posibilidad de libertad condicional, Erin no mostró ninguna emoción. Este impacto social ha llevado a que se replantee la forma en que se manejan los delitos familiares en el país.

Reflexiones sobre un crimen horroroso

Este escalofriante caso ha abierto un debate sobre los peligros de la falta de conocimiento sobre la micología, y la situación emocional de quienes pueden sentirse presionados hacia acciones extremas. La historia de Erin Patterson permanecerá en la memoria colectiva como un recordatorio de lo inesperado del mal que puede surgir de una simple comida familiar.